31 agosto 2006

La Prueba






Rosa Muñoz








Mira: a punto estás de penetrar en el bosque.

Vas a dejar la casa blanca de la cima,

tan plácida, tan llena de música y sosiego,

y ahí te espera el bosque impenetrable.

Irremediablemente deberás cruzarlo:

el bosque que desciende por ladera escabrosa,

el bosque en que no hay nadie

y el bosque en el que puede haber de todo,

el bosque de humedades venenosas,

morada de lo negro,

y de una luz que enturbia la mirada.

Entra en él con cuidado y sal sin prisas,

mas nunca se te ocurra abandonar la senda

que desciende y desciende y desciende.

Mira mucho hacia arriba y no te olvides

de que este tiempo nuestro va pasando

como la hoz por el trigo.

Allá arriba, en las ramas,

no hay luces que te ciegan, si es de día.

Y si fuese de noche,

la negrura más honda la siembran faros ciertos.

Todo lo que está arriba guía siempre.

Mira: te espera el bosque impenetrable.

Recuerda que la senda que lo cruza

-la senda como río que te lleva-,

debe ser dulce cauce y no boa untuosa

que repta y extravía en la maraña.

Que te guíe la música que dejas

-la música que es número y medida-

y que más alta música te saque

al fin, tras dura prueba, a mar de luz.

(De Los silencios de fuego )

ANTONIO COLINAS (Español contemporáneo)

30 agosto 2006

Fernando Bech


No tiene espejo, pobre. Por suerte conserva esas habilidosas manos para seguir pintando y mandarme un mail que esperaba desde hace un año o más. Pintor, escultor y orfebre, el tipo. Si me soldás aquella pulsera que me regalaste, hasta digo que somos amigos, larva.

La muestra de Silvana


Si pueden, vayan a verla. Es muy buena.

Recuerdos de infancia



Mi amigo Fernando Bech, que no ha dejado de ser un niño jamás, me mandó esta figu de regalo: Marte ataca. Un símbolo.

29 agosto 2006

Sacro


Cuando terminó de trazar el bisonte, lo pintó y observó por un rato la imagen en el muro. Salió de la caverna, aún era de día y no había allí nadie que pudiera verlo y comprobar que llevaba en sus dedos restos de pintura, nadie que supiera su nombre o recordara su rostro. Era un hombre, podía representar (lo haría luego) su figura junto al animal, podía colorearla y agregar unas flechas. Era un hombre. Estaba solo entre otros hombres, compartiendo sus dioses.

27 agosto 2006

Ready made


Se acerca
mira
puede girar la figura deseada
noventa grados hacia
una perfecta horizontal
(la más perfecta, la soñada)
efecto óptico de
línea ondulante
oleaje apresurado
su fiebre su fervor
después
reirá delante
de la sola tacita de café
piensa, asombrado
en
la mutación del gusto
el inesperado trueque:
de aquél antiguo realismo
al arte conceptual
-arte es la idea-
en unos pocos años
en
un abrir y cerrar de ojos o de labios.

23 agosto 2006

Ya


En orden, los espacios
cada lugar que viste:
el monte el mar la pampa humedecida
los bosques
o la hilera cerrada de cañas junto al río
van, se funden
porque todas las formas se pierden en un tiempo
cristal son los instantes de la vida
se pierden
se con-funden
y las cosas tus cosas la materia la carne
los besos que imprimieron
sobre tu boca
otras bocas mortales
(por la boca morimos, la muerte se encabrita
se anega se despuebla
se desboca)
aunque aprietes los labios y le claves
la ira de tus dientes
como estela de sellos con un nombre
furiosamente púrpuras, cardenales, morados
días segundos años tus años nuestras vidas
se escapan se disgregan en parcelas
los segmentos del mundo
tiempo avaro que alambra los encierros
rodeándolos de espinas
las púas de estos días invivibles
no nos darán respiro
y esos pozos minados de certezas
que no abrigan,
ahora que comprendes
el oscuro intersticio
la línea de la angustia que nos sangra de a poco.

Desnudos en lo alto de un árbol, contemplamos
el borde circular de una galaxia
donde el sol se ha apagado
ahora el orden nuevo
de nuevo al caos
el frío.

19 agosto 2006

Imprevisto


RODIN. El beso.


Con la dulce manía de acariciarle el pelo
podía sentarla sobre sus piernas
sin temblor
-la tan pequeña-
belleza contemplable
la mano en la cintura
mirarse así los pies
los pies de ella
y el pequeño soporte del zapato
ligero como un baile
con esa hebilla brillando sobre el raso
brillo de plata
el fondo negro
brillante el raso con esquirlas
de tanto andar las calles
tanto le gustan el sol el verde el aire
motas de polvo
a las suelas, adherido.
El cuerpo al fin, y sobre el cuerpo
cerca
el perfume
unas gotas de agua
en las puntas del pelo
largo
lacio.
Acierta a veces,
la previsión exacta
da en el tiempo
el espacio
sin embargo se asombra de la sombra
sensaciones o ideas:
es recuerdo si es ráfaga
o maldad, si es destello.
¿Y no era, al fin, el tiempo
lo que se hunde en el límite
de un demarcado espacio
o este cuarto, esta escena
la materia
que disuelven las horas
en aguas que nombramos
(como si fueran sólidas)
memoria?

15 agosto 2006

Sugerencias


Sobre la pátina de hollín
de aquí a estos muros
el brazo azul rozando el hielo de la noche
abrir
dedos en cruz temblor
como dos pájaros pequeños
salvados de la lluvia
desnudo árbol del invierno
el aleteo sumiso allí en su mano
rastro del barro
su extraña piel
la frase que se obstina
la vos que soy
si
la voz me nombra y me convoca
quisiera ir
pero a veces me suspendo
de un hilo transparente que en la altura
parece fácil de cortar
no olvides:
mi lógica es acero, sobrevive
como esos muertos que creen y predican
la vida eterna, la increíble
resurrección del cuerpo en otras almas.
No esperes nada
de mí
nada desees.

Un acto de sinceridad


"No soy enfermo. Me han recluido. Me consideran un incapaz. ¿Quiénes son mis jueces?
¿Quiénes responderán por mí?
Hice conducta de poesía. Pagué por todo.
Sentí de pronto que tenía que cambiar de vida. Alejarme del mundo. Y me aislé. Me fui de todos, aún de mí.
Hoy es la demencia un estado natural.
Todas las palabras son esenciales. Lo difícil es dar con ellas.
El delirio son instantes. Puede durar toda la vida.
Mi poesía es toda medida.

El arte tiene que volver a ser un acto de sinceridad."

JACOBO FIJMAN

El consuelo del arte


Siempre alguien
pule cristales o
talla la dura corteza de los árboles
cava en la piedra una forma carnal
agrupa signos
sobre un liso desierto de papel
imprime
la huella de su palma en la caverna
que sellará el diluvio
modela
con el barro primero
la diosa más fecunda
la que traiga
los frutos a una tierra devastada
uno
al menos uno, siempre
(menos que uno, ya sabemos, es la nada)
libera en su garganta
la voz de todos.

12 agosto 2006

Amablemente


(dibujo de Guillermo Mozian)

Vendrán
de todos modos llegarán hasta tu puerta
(tal vez sonriendo y bien vestidos)
puede que aún confíes
en el aspecto exterior de algunas cosas
puede que
te distraigan las formas todavía
las palabras amables
los elogios los brillos las promesas
puede que al fin renuncies
que te entregues a lo blando o a lo dulce
que el deseo no ceda ni envejezca
que te tienten con frutos impensados, magníficos
es seguro
vendrán.

11 agosto 2006

El sol de la casa


(dibujo de Guillermo Mozian)



A Néstor Sánchez


Humo, tabaco negro
ya no suena ese tango
en el fondo.
Humo soltero, descasado
bailarín.
Trapos en la soga
del patio.Trapos
como su vida,
gastados en los bordes.
Cada hilacha como un texto avergonzado.
Un fantasma detrás
uno en cada pupila
oculto. Se oculta lo que mira.
La vida es una estafa.
Ya no podrá jactarse
ante el vaso vacío
es posible, ha llegado a aborrecer
la calma que persigue. Es posible,
pero el tiempo es escaso
difícil la alegría.
Escupió el infortunio
sobre un surco sellado:
esas tetas no amparan,
porque todo es escaso, todo.
La medianera peina
por la tarde
sus jazmines del cabo
¿entonces lo primero es para siempre?
la sombra de los hombres,
la huella de sus pasos.

La vida estafa. Todo es escaso,
todo.

09 agosto 2006

...


La fiebre de un sábado azul
y un domingo sin tristezas.
Esquivas a tu corazón
y destrozas tu cabeza,
y en tu voz, sólo un pálido adios
y el reloj en tu puño marcó las tres.

El sueño de un sol y de un mar
y una vida peligrosa
cambiando lo amargo por miel
y la gris ciudad por rosas
te hace bien, tanto como hace mal
te hace odiar, tanto como querer y más.

Cambiaste de tiempo y de amor
y de música y de ideas
Cambiaste de sexo y de Dios
de color y de fronteras
pero en sí, nada más cambiarás
y un sensual abandono vendrá y el fin.

Y llevas el caño a tu sien
apretando bien las muelas
y cierras los ojos y ves
todo el mar en primavera
bang, bang, bang
hojas muertas que caen,
siempre igual,
los que no pueden más se van.

VIERNES 3a.m. CHARLY GARCIA

Invierno y humo


Apenas se retiran los dedos
en un ademán simple

parpadeo
aladelta lanzada desde cumbres
imágenes pequeñas
velo traslúcido de gasa
azul celeste
una fibra
una hebra
un delgado cabello donde el viento

después la mano
el torso
la pierna oblicua el brazo de la silla
el lazo de las sábanas
el pie descalzo y frío

decía y no decía
gritaba su silencio
en la garganta enrojecida
ardor de cigarrillo

fuma
fumo
la nube densa que creamos
en un cuarto en penumbras
este invierno
las ventanas cerradas
todo eso que alude a tempestades
cernidas sobre mí
cuando se aparta.

08 agosto 2006

Hidra



De qué otra cosa
podría ser el tiempo
que de agua
aguas claras que corren
por estrechos canales
o se estancan en huecos
-regazos de la tierra-
donde turbias y oscuras
se transmigran
almas de agua,
qué otra cosa
qué bendita o maldita
otra cosa que el agua
se espesa lentamente en nuestras venas
se derrama y reparte
extrañando
los solares primeros de la carne
humedad de unos muslos
en sábanas prestadas
ascenso del deseo,
un pequeño dolor desconocido
que precedió a la sangre
perseguido en atroces
caudales de memoria
cataratas de espanto
que volcarán sus aguas sobre el agua.

Somos peces, amor, los hombres somos peces
de un inútil milagro,
multiplicados peces
ahogados en la fe de los anzuelos
mares de sed donde se rie
el hambre de unos dioses insaciables.

Hay tres moiras que cantan
a espaldas de nosotros, al unísono
su coro de inframundos
se licúa, licuándonos
cantan ahora
(las oigo yo, sé que las oyes)
al pasado
al presente
al futuro,
nuestros cauces torcidos
vertederos
donde se irán de a una, las palabras
hasta que alguien las gire y recomienzen
gota a gota
el ciclo de los huecos
por los que afluye un agua sin sentido,
vagas perlas fraguadas
en los desorbitados ojos de los náufragos
que viajan por el mundo
como los muertos andan, de a pie, en el fondo
hechos de a pares, separados de sí
secuestrados del mundo de los vivos
con mordazas de algas.
Veo tus ojos, aún
desde tan lejos
digo que es turbia como el agua,
prepotente
la decisión de tus pupilas
reconozco y lamento
-tal vez porque en reflejos ya me he visto-
el oscuro lugar en que estos días
se posa tu mirada.

05 agosto 2006

Autostop


Como el fuego
volvía
aún lo sólido cenizas
y en el soplo
todo otra vez se dispersaba
como un fluido
esas moléculas del éter
imperceptibles
inconsistentes
la transparencia de una ausencia con aviso
otra vez
despoblando el paisaje
en ese éxodo
acaso recurrente
las fallidas alertas
cada mínima
alteración de formas
ahogando
su respiro incompleto
la turbulencia
de la final disolución
la nada abierta
el paso en falso
la caída
la humillación de la conciencia
la vergonzante actitud de la razón
sí, el dolor se adelanta
aún cuando el orgullo
no transponga
un límite sagrado
el detenido corazón de la memoria
pendiente de la horqueta de algún árbol
prendido a la dulzura
de moras en las siestas
con la lujuria del abrojo y las retamas
maullando sus tristezas juveniles:
el galpón
las ovejas
la muchacha de ancas como un monte.
Contra el viento
ahí tan cerca de la Noria,
las veletas quebradas.

Sobre las ruinas, después
la idea del tiempo
vida vivida, esquiva suerte
-las cartas vuelven siempre al mazo-
habrá otras manos,
ahora da
se quiebra cuando canta, precipita
un melancólico aguacero.