30 septiembre 2005
Milonga
Para el récord de mi vida sos una fácil carrera
que yo me animo a ganarte sin emoción ni final,
te lo bato pá que sepas, en esta jerga burrera
que vos sos una potranca para una penca cuadrera
y yo, m´hijita, ya he sido relojeao pál nacional.
Bolero
Gente que pasa
La librería es un lugar por el que la gente pasa. Hoy pasó Fernando y me dejó su libro. La constancia, Fernando, es una virtud.
CONSTANCIA
Sea de noche, sea de día,
bajo el granizo, bajo el solano,
tanto en invierno como en verano,
en cualquier tiempo, te cogería.
Fernando García.
CONSTANCIA
Sea de noche, sea de día,
bajo el granizo, bajo el solano,
tanto en invierno como en verano,
en cualquier tiempo, te cogería.
Fernando García.
29 septiembre 2005
Vals
Tango
28 septiembre 2005
Una noche soñé que volvía a casa
En un sueño, corría a casa, a mi amante:
contigo saqué agua helada del pozo,
la cuerda de seda blanca del cubo de bronce,
el encantador brocal del pozo, de plata blanca.
Los gorriones salen velozmente de los árboles
frondosos,
los insectos revolotean alrededor de las vigas
de carey.
Apartada, tú no me ves.
No puedo soportar la gloria de la primavera.
Yu Tan
La pretensión
Demasiados viajeros se embarcan a esta hora,
en los ríos prospera un tumultuoso oleaje
que hace girar las ruedas de la espuma.
Entonces, no consientas. No permitas que gane
la tentación de lo que abunda. Ya se sabe,
las deseadas riquezas nos oprimen.
No seas el que a solas, recuenta los tesoros.
Las luces sólo sirven si señalan
las distantes moradas del futuro,
el brillo de esa estrella ya se ha muerto,
la codicia es herrumbre y es de hierro
la llave que clausura nuestra cárcel.
Muy pronto nos saldremos de la escena
nuestras huellas no alcanzan a grabarse profundo,
nunca pueden tallarse en dura piedra,
no resisten. Las formas son de aire
del aire que ahora mismo
en esta noche rara sin tu aliento
remueve los papeles. Trastorno de agua oscura
que trae hasta la orilla las botellas quebradas,
más mensajes perdidos: los que nunca te lleguen
y aquellos que jamás me habrás escrito.
27 septiembre 2005
T.S. Eliot
"...Profetiza el viento, únicamente el viento, porque sólo el viento escuchará. Y los huesos cantaron gárrulos, con el estribillo del saltamonte diciendo:
Señora de silencio
serena y angustiada,
desgarrada aún intacta.
Rosa de memoria,
Rosa de olvido,
exhausta y vivificadora,
angustiada en descanso,
la única Rosa,
ahora el Jardín,
fin de los amores,
término del tormento,
del amor insatisfecho,
el tormento sin fin
del amor satisfecho,
fin del sin fin,
jornada sin término,
conclusión de todo
lo que es inalcanzable.
Discurso sin palabra,
palabra sin discurso
Gracia de tí, madre,
por el Jardín en donde
acaba todo amor"
...
26 septiembre 2005
Pez en la red
Está perdido. El mapa es impreciso:
los cartógrafos lo falsean a su gusto.
Real o no el paisaje, no hay cifra que consiga
representar el bosque, ni aún sumando los árboles.
Las huellas se han borrado. Acaso hubo un diluvio
o un incendio de naves, de cenizas oceánicas.
Está perdido en la ciudad de la que sólo salva un nombre.
¿Qué es eso que no está y está también en todas las palabras?
¿Cómo se llama lo innombrable, lo que no cerca un límite?
Está perdido. La ciudad tiene infinitas carreteras
donde brillan por su ausencia las señales.
En verdad, cree que el norte sólo explica
la obstinada insistencia de las brújulas.
los cartógrafos lo falsean a su gusto.
Real o no el paisaje, no hay cifra que consiga
representar el bosque, ni aún sumando los árboles.
Las huellas se han borrado. Acaso hubo un diluvio
o un incendio de naves, de cenizas oceánicas.
Está perdido en la ciudad de la que sólo salva un nombre.
¿Qué es eso que no está y está también en todas las palabras?
¿Cómo se llama lo innombrable, lo que no cerca un límite?
Está perdido. La ciudad tiene infinitas carreteras
donde brillan por su ausencia las señales.
En verdad, cree que el norte sólo explica
la obstinada insistencia de las brújulas.
25 septiembre 2005
Me extrania
Se equivocaron en Ñ. Un muy interesante artículo de Agamben. Una frase, en la nota sobre diseño, que martilleó en mi cabeza todo el día: "Al mundo no hay que cambiarlo, hay que rediseñarlo". Cada década, un mundo.
Cuenta brillante
Entonces, brilló -un haz sobre su frente despejada-. Se abrió la puerta, el cuarto oculto donde la Pitia en trance, recibe la sentencia precisa de los dioses.
No estaba, sin embargo, iluminado. El mismo era la luz pendiente, el meteórico fuego de la estrella que persevera en el tiempo de los hombres, después de haberse apagado para siempre.
La segunda vez, brilló con ella: una mujer soberbia se inclinaba, ofreciéndose. Como si él pudiera ser el portador de lo imposible, o en sus manos ardiera una dorada provisión de maravillas.
Soplaban vientos de tormenta.
Dos veces se disolvieron sus reflejos contra los quebrados arrecifes. Pero eso ocurriría después, en el encuentro a solas: macho y hembra en la noche suspendida de las islas.
24 septiembre 2005
Acepción
22 septiembre 2005
La película de Faretta
Hace como 20 años solía ir a cenar con un grupo de amigos, que eran a su vez, amigos de Angel Faretta, el crítico de cine. Alguna vez concidimos (Faretta y yo) en una de esas cenas. Todavía recuerdo mi azoramiento, cuando al comentarle que había visto la última de Cóppola, el crítico, sueltísimo de cuerpo, sentenció: ¿Jardines de piedra? Una película kabuki. Después expuso una serie de argumentos que no me aclararon demasiado el panorama. Más tarde, comentándolo con mis amigos, alguien me dijo, en tono de broma: -Es que Faretta ve siempre una misma película, cualquiera sea la que proyecten en la sala. Ve una sola, que es la de él: la lucha eterna entre el bien y el mal-.
Veinte años después, leyendo los diarios, o mirando el noticiero, o explorando blogs, o escuchando radio, tengo la sensación, cada vez más palpable, de que ya no es común encontrarse con esta distinción, que esa frontera entre lo bueno y lo malo, ese límite cada vez más nebuloso, se ha borrado, o ya no existe, o no se lee.
En este mundo sin ley, sin otras guías que un puñado de consignas bastardas, interesadas, banales y venales, tal vez a otros les ocurra lo que a mí, les parezca cada día estar viendo una misma película.
Ojalá reestrenaran la de Faretta.
Veinte años después, leyendo los diarios, o mirando el noticiero, o explorando blogs, o escuchando radio, tengo la sensación, cada vez más palpable, de que ya no es común encontrarse con esta distinción, que esa frontera entre lo bueno y lo malo, ese límite cada vez más nebuloso, se ha borrado, o ya no existe, o no se lee.
En este mundo sin ley, sin otras guías que un puñado de consignas bastardas, interesadas, banales y venales, tal vez a otros les ocurra lo que a mí, les parezca cada día estar viendo una misma película.
Ojalá reestrenaran la de Faretta.
20 septiembre 2005
Además es primavera
Tempestad
Sopla el viento, sacude
la suprema violencia de mares y de tierra
arrasa tras de sí lo que no tuvo
lazo firme de unión al universo.
Si debieras figurar en tus pinturas
la tempestad y el mar, cuando se unen
harás las nubes rotas, precedidas por vientos
y polvaredas finas de arena en la ribera
las hierbas o las hojas, las ramas
y todo lo ligero
arrebatado por el aire, suspendido.
Cuidarás que los árboles se inclinen
hasta ceder sus peso, ya próximos al suelo,
los hombres que se aferran a los troncos
desnudos de sus mantos, el gesto horrorizado.
Altas olas coronadas de salitre
empujando las velas de un navío
con girones de tela que se agitan
en mástiles quebrados, rabiosos remolinos
largas ondas que se hunden
entre piedras verdosas, desiguales y oscuras.
Observarás, sereno, las señales del agua,
la furia que despliega el mundo natural
sobre los hechos del hombre.
Habrá un barco que guarde
la mínima figura de un marino
devorado por sombras
y unos copos de polvo, un haz de espuma
el punto imperceptible: la luz,
la amarga orilla.
(De Pinturas ciegas)
Medí tu vanidad
Nada más patético que el espectáculo de la vanidad. Es como un teatro pobre, con un vestuario deslucido, una escenografía vetusta y de mal gusto donde un mal actor se jacta de glorias que serían, para cualquiera, vergonzantes. Es la desnudez impúdica de un cuerpo feo y viejo.
Algo que se parece tal vez a la piedad, nos hace retirar la vista, quitarnos el saco para cubrir a ese pobre loco desnudo en el medio de una sala atestada de otros, pero solo, solo de la más intolerable soledad: la que se ignora.
19 septiembre 2005
Amante latino
¿De nuevo, Venus, las guerras
pasadas suscitas? ¡No, por favor, no!
Ya no soy quien subyugado
por la buena Cínara fui. Deja ya, dura
madre de dulces Deseos
de domar con muelles mandatos a aquel
al que endurecieron casi
diez lustros. Ve donde te llaman las suaves
oraciones de los mozos.
...
Yo ya no busco mujeres
ni mozos ni crédula fe en mutuo amor
ni el pelear por el vino
o ceñir mi sien con flores recientes.
Pero, ¡ay! ¿Por qué, Ligurino,
una a una las lágrimas corren por mi rostro?
¿Por qué mi lengua hace poco
locuaz, en silencio de pronto se queda?
...
HORACIO Odas, Libro IV.
17 septiembre 2005
estar en las nubes
"Una nube gris y solitaria atraviesa el azul metálico del cielo. Fantasmas.
El cigarrillo se me consume entre los dedos amarillentos de nicotina. Comienza a quemarse el filtro. Ni siquiera busco el cenicero, lo estrujo sobre el alféizar y lo dejo ahí. Me invade una sensación de profunda melancolía. Es una melancolía sin imágenes, fría y silenciosa, que no llora ya ningún objeto perdido y se confunde con la propia ausencia. Adonde quiera que mire, no veo más que muertos y fantasmas: cenizas, cabezas rodando por la nieve negra, espectrales mensajes de amor en el contestador automático, árboles que son manos de muertos. Después ya no hay después, y cada instante es una muerte en miniatura, repetida, como una fúnebre muñeca rusa, a quien apenas uno termine de arrancarle la cabeza, ya aparecerá otra muriendo en su lugar.
En realidad, es un error creer que la muerte separa. Al contrario, la muerte reúne, une en la ausencia. Todo logra coincidir en el Apocalipsis, todo está ahí para encontrar su fin. El rigor mortis es, sin duda, más exacto y preciso que el rigor científico. En un mundo dominado por la muerte, las cosas están en su lugar. Por eso hay que deshacerse rápido del cadáver, por eso hay que velarlo y enterrarlo bien. La casa de la muerte es como la casa de un maniático del orden, o la de un burócrata paranoico. El mundo se ordena y se refleja otra vez de acuerdo a la lógica enlutada del Apocalipsis. Todo retorna una vez más para morir. Todo se repite en el gesto simbólico de la muerte, y se llena de fúnebre significado: la vida no es más que una pareja de ancianos que buscan una sepultura sin nombre; el amor: un mensaje de ultratumba; el sexo: un cadáver; la familia: una bolsa de basura llena de muñecas desarticuladas; el pensamiento: nubes arrasadas por el viento que huyen como una melena blanca hacia el poniente, o un cielo de repente tan azul y tan límpido que hace daño a los ojos."
ADRIAN PAIS. (Estar en las nubes)
15 septiembre 2005
A.
14 septiembre 2005
13 septiembre 2005
Rosa mística
Cuando mi lengua te predica silenciosa
nunca ocurre que no desciendas
como lo hace la lluvia sobre la juventud del césped.
La copiosa maravilla de tu nombre
con reflejos sigilosos me bendice.
Si te invoco, es porque delante de tí jamás me aparto
de ese compás secreto que me anima.
Cuando mis enemigos acechan en el sueño
y apuntan con el filo de sus armas
hacia el cuenco de mi pecho ennegrecido
vuelven tus ojos peregrinos de la niebla
a derramar el brillo de aquél día.
Ya no puedo temer
amo el temblor de tu cercano corazón
entre mis dedos fríos.
12 septiembre 2005
Falta y resto
Aún hay quien revuelve tus desbordes
sus uñas sucias rascan
el umbral de tu casa
rescata para sí lo que abandonas
se lleva lo que queda. Toma sólo los restos.
La resaca del tiempo le parece memoria.
Los descalzos sin sueño
son hambrientos del hambre
gotas de sangre seca les señalan las cosas.
Con tanto empeño inútil,
tu apasionado ardor ha declinado.
¿Lograrás sonreír cuando contemplen este hueso del día?
Te sobran faltas siempre
de faltas, son tus sobras.
sus uñas sucias rascan
el umbral de tu casa
rescata para sí lo que abandonas
se lleva lo que queda. Toma sólo los restos.
La resaca del tiempo le parece memoria.
Los descalzos sin sueño
son hambrientos del hambre
gotas de sangre seca les señalan las cosas.
Con tanto empeño inútil,
tu apasionado ardor ha declinado.
¿Lograrás sonreír cuando contemplen este hueso del día?
Te sobran faltas siempre
de faltas, son tus sobras.
Crítico
La ciudad es enorme
habitada por seres insensibles.
Si en angostos callejones
se asientan humedades
allí medran los pobres.
Pocas luces atentas en los ojos de todos.
Se abandonan los cuerpos. Son centellas,
hace tiempo olvidaron la sustancia del brillo.
Ocurre que presienten las murallas.
Rodeados de enemigos, anuncian guerras próximas,
los excita la sangre enervando el metal.
Mirando hacia el poniente, hay patios desolados
arrabales que extendieron la tristeza
cuando el sol balbuceaba esta lengua de sombras.
El topógrafo es ciego
sólo él ha pisado la estrechez de este suelo
anota informaciones imprecisas,
en su hastío impecable los reflejos son falsos.
Rubrica sus caprichos con sellos oficiales.
11 septiembre 2005
09 septiembre 2005
08 septiembre 2005
La palabra que sana
07 septiembre 2005
06 septiembre 2005
Ellos dos
Claudio Sánchez es el hijo de Néstor Sánchez, es pianista y todos los domingos de Agosto y los de Septiembre, en El Vesuvio, Corrientes 1181, a las 18 hs. lee fragmentos de la obra de su padre y acompaña esta lectura con su música.
Nosotros dos
..."Ahora busco la manera de acomodar mis libros -les descubro señales de otro tiempo-, colgué el mismo Klee del final que se te resistía, y poco a poco la pieza en este quinto piso imprevisible va cobrando un olor que reconozco a fuerza de Particulares livianos y la yerba dentro del plato que siempre me olvido de sacar. Todavía hoy puede ocurrir que me acerque a la ventana y apenas comprenda de qué forma han pasado todos estos años; por una especie de juego demasiado sutil, de fidelidad de recién llegado, algo en mí se resiste a terminar con tus enaguas puestas a secar sobre la cocina a kerosén, con el sonido de tu orín en el bañito compartido.
Venía de un viaje muy simple también previsto por el Adivino, de correr el telón, de acatar con un indicio de aplomo no sin algunas lágrimas en la butaca del fondo de cierto cine de Lavalle. Los libros todavía por el suelo, la tierra y me asomé por la ventana: algo de esa mujer tendida al último sol me hizo pensar en el pasado -las veces que abro y me tiro con todo el cuerpo en el pasado-"...
NESTOR SANCHEZ (Nosotros dos)
Sorpresa
02 septiembre 2005
Arte antiguo
Azufre, mercurio, sal
prima materia disuelta y combinada
cuando Marte transita el firmamento
y asciende Venus al punto prefijado
Si el caos retrograda, mutará mi corazón
su corazón avanzará, convertido
ya debió desgarrar lo que ahora reúne
en la simple caldera de simplísimo barro
donde se agita el agua, por encima del fuego.
A la luz de la luna, en la hora precisa
-una ecuación exacta entre altura y obstáculo-
substancia y piedra del dorado reflejo
prima materia del arte hermético
corazón convertido:
solve,
coagula.
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