03 abril 2007
Lees
Detrás de una cortina blanca y suave
un velo apenas
como la niebla baja del parque esta mañana
sentado, abandonado
lees.
Algo evoca a tu madre
(leer es enlazar como quien teje
los hilos en la trama
como se bordan la aurora y el ocaso
en el largo tapiz
de los cielos mutantes)
La historia es un rumor, una mixtura
del coro de los muertos
y aquello que aletea y que respira
todavía a tu lado.
Escuchas
suena el río y tu cauce se estremece
dialoga el corazón
-un rincón silencioso-
con los múltiples cruces de las aguas.
Casi todo se ignora
y es ahí donde supones o adivinas
-cada vez que zozobras, cada día-
el impensado abismo de un gran mar
la desembocadura que se oculta
entre pliegues de piedra oscura y quieta.
Todo es posible
y acaso ya ha ocurrido
en un tiempo gemelo de tu tiempo
la tragedia y la farsa
la copia de tu copia
(original, apenas el pecado)
Minotauros y Ariadnas incesantes
galerías de espejos que replican
laberínticos lazos.
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1 comentario:
Vengo, leo y me quedo muda.
Me encanta.
Y el anterior.
Si me dejo llevar por el impacto, nunca más intentaré escribir, sólo podría sentir un pudor paralizante.
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