29 mayo 2007

Ilegible


Detrás de un vidrio sucio
nuestros ojos
de cristal empañado.
Veo. Miras
una sombra pedestre imita el mundo.
Mis candiles, tus lámparas
asomas sus destellos a una negra
habitación abandonada.
Amor es sed.
Lo próximo se opaca y lo perdido
irá a hundirse en el centro
de ese círculo helado de las aguas.
Sed. Olas de ira. Desbordes.
Las rasgadas costuras que desnudan
otra pálida carne.
Nadie. Nada. Sed.
Me leerás entre brumas,
confusa es mi palabra.

26 mayo 2007

18 mayo 2007

Ecos


Aquí el interminable pasadizo
donde los cuartos enlazan su vacío.
Convoco con señales aprendidas
(vanamente, como se ha de aprender
cuando se es niño
un burdo truco de baraja)
los trabajos del lacre
el sello
la metálica traba
de una puerta disuelta por el tiempo.
Nada se oye. Al vacío
se le pliega ese silencio que imagino
como un árbol nudoso.
No te llamo. No extraño
la vecindad amable del cuerpo o del espíritu
me sorprende, de noche,
como un ladrón que intrusa
mis más secretos bienes
la escrupulosa obsesión de este desierto.

15 mayo 2007

Conversación


Recuerdo -habla Max Brod- una conversación con Kafka, cuyo punto de partida era la Europa actual y la decadencia de la humanidad. Somos -dijo- pensamientos nihilistas, pensamientos de suicidio que afloran en la mente de Dios. Esto en principio me hizo pensar en la visiòn del mundo de la gnosis: Dios como demiurgo maligno y el mundo como su pecado original. Oh, no-dijo- nuestro mundo es sólo un mal humor de Dios, un mal día. ¿Habría entonces esperanza fuera de esta manifestación, de este mundo que conocemos? Sonrió.
Sin duda, mucha esperanza, infinita esperanza, pero no para nosotros.

De Las bodas de Cadmo y Harmonía


Si tuviéramos que definir, por un viejo hábito, lo que ha sido el dios para los griegos, podríamos decir, utilizando el rasero de Occam: todo lo que nos aleja de la sensación media de vivir. "Junto a un dios siempre se llora y se ríe", leemos en "Ayax". La vida como pura continuidad vegetativa, mirada opaca que se posa sobre el mundo, seguridad de ser uno mismo, aunque no se sepa lo que se es: todo esto no necesita al dios. Aquí interviene el espontáneo ateísmo del "homme naturel".
Pero cuando algo indefinido y poderoso sacude la mente y las fibras, hace temblar la jaula de los huesos, cuando la misma persona, un instante antes torpe y agnóstica, se siente alterada por la risa y por la locura homicida o por el delirio amoroso o por la alucinación de la forma, o se descubre invadida por el llanto, entonces el griego reconoce que no está solo. Hay alguien a su lado, y es un dios. Ahora la persona ya no tiene aquella tranquila nitidez que percibía en los estados mediocres de la existencia, sino que esa nitidez ha emigrado al compañero divino: brillante y dibujado en el cielo es el dios, nebuloso y confuso es el que lo ha convocado.

Roberto Calasso

09 mayo 2007

¡Cielos!


Más aquí.

Críticas embozadas

Ah, no, Nielsen, lo que tengas para decir, decílo de frente, no me vengas con mensajes subliminales.

03 mayo 2007

Lengua



He aquí un pueblo uno, pues tienen todos una lengua sola.



No habrá una sola estrella
-ni aquella que agoniza y ya se extingue,
ni las que abren la noche brillando como Furias,
ni la que permanece, paciente en sus destellos
señalando la aurora-
que sugiera a los magos más clara epifanía:
esta lengua es el mundo, tu ciudad madre y cuna
todo el polvo y el verde del laurel y el olivo
es el doble y el nombre, la deriva, el navío
los vasos y los templos que pudieran alzarse
la plegaria, los frutos, el incienso y el rito
cada hombre y la historia, la patria donde abrimos
los ojos que nos cierran las flechas, o la mano
que desciende dulcísima a sellarnos los párpados,
los caballos y el carro de glorias o de oprobios,
todo el sol que te entibie y el mar que habremos visto.
Aquí es donde llegamos, de una vez para siempre
es el día y las vísperas
el sinfín de los sueños, la corona, el anillo
es la esquiva figura de una arcilla insumisa
el paño que he teñido con púrpura y con sangre
y ha de ser ese manto que nos cubra y descubra
el lugar donde fundes en oro escurridizo
lo que adoras con alma y carne doloridas
hasta que caiga el rayo implacable que juzgue.
Es la Torre y La Tierra perdida y prometida
es el plan y la suerte, es la sombra del tiempo
y es el tiempo
la ideal geometría de los cielos posibles
el tambor de un latido que percute sonoro
en el ciclo continuo de esplendor y de ruina.

02 mayo 2007

Temas literarios 2


Los usos de la primera persona

Temas literarios 1


La voz

La poesía es un arma cargada de futuro

No es una poesía gota a gota pensada
no es un bello producto
no es un fruto perfecto

Gabriel Celaya