31 diciembre 2005

Eso que hacen los monos

Desde mayo, escribo este blog. Fue y es una experiencia importantísima para mí. Me ha hecho escribir con una continuidad que nunca tuve, cambiar la forma de escribir, conectarme con otros, leer a otros. Me fascina este medio, veo el blog como una serie multiplicadora de contactos, como un tejido incesante de relaciones y nexos entre personas, palabras, ideas, imágenes, concepciones del mundo. Es justo decir que quien me señaló el blog como posibilidad (a mí y a muchos otros) fue Guillermo Piro, a quien conozco desde hace muchos años y más de una vez me ha señalado cosas y ha sido siempre generoso y afectuoso conmigo. Gracias, Piro.
Por intermedio del blog conocí también a Luc, que le puso orden y concierto a la piel del bosque y me regaló su tiempo y su buena onda en todo lo que hizo. Gracias, Luc.
La sorprendente cadena de causas eslabonadas que es el mundo, me trajo también a Damaris, que también me ayudó a resolver algunos desperfectos iniciales (mi total ineptitud cibernética)Gracias, Damaris.
Con Genovese establecí una relación que parece antiquísima y nunca nos vimos las caras. Cada vez que no sé cómo arreglar algo, me ayuda con absoluta naturalidad y cariño. Gracias, Omar.
A Mónica la conozco y es mi amiga, el blog nos permite relacionarnos de otro modo y acortar las distancias (ella vive en Barcelona, yo acá)y por primera vez nos leemos, pantalla de por medio. Gracias, Moni.
Y también gracias a Magoo, a Daniela, al Chino, a Silvia,a Paula, a Tizoc,a Nielsen, a Bardamu, al Explorador 54, a Jorge Alberdi, a Oliverio y a todos los que entran y dejan sus comentarios. Quedan muchos links por agregar a mi lista, prometo hacerlo el año que viene, hay muchos buenos blogs que voy descubriendo y quiero tener aquí. Nada, eso:
gracias.

P.D. Y no olviden que mañana es mi cumpleaños, digo, si quieren que les siga agradeciendo.

29 diciembre 2005

Mito del zaguán, la calle oscura.



Alguien me habla y menciona
los umbrales
cada cosa
empieza en algún punto
tiene una puerta
será el orden o el caos
huevo o gallina
pero hay un día
un momento en el día
una fracción brevísima
o incontable del tiempo
donde algo se inicia
algo entra en la serie
después, deriva.
A la deriva de algo
a su recuerdo impreciso
como es incierta
la memoria
del tacto o del perfume
tanto más si se trata de los cuerpos
(tanto naufragio habemos
a esta altura)
que derivan y devienen
(oh, mar del tiempo)
charco de lluvia breve u
oceánico capricho
a esa deriva que deviene
como cae y se desliza
el deseo
en pulsiones pequeñas
latidos sordos
a ese velero que se pierde
en un crepúsculo incesante
-la noche viene-
no podemos dejarlo en el umbral.
A los umbrales
no estaría mal oponerles los zaguanes
teoría y práctica
donde las manos ciegas
los rastros púrpura
del arrebato contenido,
los cierres
lo que se abre
aquello que abrillanta la saliva
la cercanía amenazante de los otros
la propensión a la promesa
y al secreto
como todas las calles
arboladas y oscuras
los paredones ocultos
de las fábricas,
las noches de verano
-estoy pensando, por ejemplo
en aquella metalúrgica de la calle Fraga-
estoy pensando en algo
que ha derivado
en el tiempo y en mí
y ahora es
el arquetipo de lo bello
el mito
aquello que sucede
por vez primera
sucede para siempre,
siempre deriva
deviene
viene.
Oh, mar del tiempo
cuántos naufragios.

28 diciembre 2005

Abrigos


En la densa madeja
también se afina el hilo
alguien tira
(no afloja)
de la punta visible
alguien presta sus manos
carretel de muñecas
sus palmas
trama que se hila
o deshila
enrosca
enlaza
teje
se teje
arma una malla
con espacios pequeños
de vacío
de aire en medio
lazos y nudos
para abrigar lo que se ama
conjuro
contra el frío del invierno despiadado
magia
ilusión de varieté
seguramente inútil
como una carta
o una promesa entre las copas,
cristal del brindis.
Viste
lo que ama desnudo
lo que bello desea,
lo resguarda
en íntimos discursos
-calor de lana-
caprichoso diseño :
tan nítida es tu marca.

25 diciembre 2005

Eso


Pregunto: ¿Qué pasó? ¿Cómo llegamos hasta aquí?
Responde: Hubo un reconocimiento irreversible.

24 diciembre 2005

No es posible que al fin el milagro no estalle


Hoy quiero pensar la Navidad como celebración de un nacimiento, como anuncio, como reunión de magos a los que les fue revelado algo que implicaba ponerse en marcha, seguir las señales de la estrella, presenciar un milagro.
Mi amiga del alma, mi hermana y mi contracara, mi alter ego (o más bien mi superyó rubio e implacable) acaba de adoptar un hermoso bebé, su primer hijo. Hoy están en el centro de la escena del corazón de sus muchos amigos: Betty, Javier y Jerónimo. Suenen las campanas.
Lo que vibra en el mismo tono, va reuniéndose. Desde lo invisible, llegan señales etéreas que nos hacen andar. Pienso en la noche estrellada. Sí, hoy confío en la posibilidad del milagro. Espero. Esperamos. Las campanas alejan el mal. Los milagros ocurren. Feliz navidad.

23 diciembre 2005

Fragmento


Cada vez
que se mira mirar
vuelve el espejo
representando lo que el mundo representa
-su engañoso teatro-
Todo crece al final
hacia lo alto,
dulcemente
como se elevan las promesas en las bodas
o se recita una última oración
en el umbral de la memoria de los vivos
por el alma que viaja.

21 diciembre 2005

Epoca de podas


Hoy
encontrás algo obsceno
algo fuera de lugar
en la fotografía
la imagen se imprime
oprimiéndote
el fondo de los ojos
algo que debe estar cerca del pecho
o en los alrededores
de la garganta que se cierra
contracción
involuntario retraerse
músculos del éter
tensos, distendidos
sin razón
sólo un estímulo
un rápido puñal
la posibilidad idéntica
de rasguño o de muerte
en cada instante
la imprevisible acción
la expectativa
tiñe y destiñe todo
descolorida realidad
hilacha de los años
apegada a algún muro
crece
enredándose
cruce del sí
en sí
así
se ahoga.
El jardinero
(su mano verde)
conoce la respuesta
observa
atina siempre
corta lo seco
alimenta con agua
no siempre cristalina
lo que queda
-terminarás debiéndole la vida-.
Te lo advirtió:
vale la pena.

19 diciembre 2005

Don del agua


Desgarrar el papel
de seda
desatar
ese lazo rosado que anuda
la caja,
el regalo. Los dones:
la sorpresa
de quien regala
(o de quien da)
desciende en cada hora
de húmedos versos
el agua que yo bebo
en la siesta más tórrida del trópico
al pie del árbol
aquél de las manzanas
doradas y futuras. Prometidas.
Oyendo el mar
ese que ves
(¿oyes ahora?)
viendo llover. Sí,
no para de llover en estos trópicos.
Tengo un cuenco traslúcido
donde recojo el agua de las lluvias
y algo del don
del mar,
-habrá barcos hundidos
ocultos cofres
llenos de perlas
ese collar que traes
viene del fondo-
De un sólo trago
devoto y majestuoso,
así te bebo.
El satinado brillo
de las perlas
recibe entonces
lo que tenemos:
este lazo presente
es de agua pura.
Caracol al oído,
una forma posible
de oir el mar.

15 diciembre 2005

Deslices


Como si apenas no pasara
como si el tiempo
encerrado en cristal
arena pura
se deslizara lento
grano por grano
y bastara invertir
el bello objeto
sobre la mesa
para volver a vivir sus recorridos
como si hiciera falta
una palabra más
para evitar
la consecuencia atroz
de la que dijo
lo que dijo
en ese cruce
en la lenta caída
ese sedoso deslizarse
de lo áspero
por la cintura de cristal
del relojito
antiguo o inmortal
cristal y arena
madera
arena cristalina
sobre la mesa del desorden
los papeles
el titilar de la pantalla
imágenes y
el tiempo sobre ellas
sobre tu imagen
sobre el paso del tiempo
acerca de los días
que dibujan los rasgos de mi cara
y no ves
y no veo
más que el camino descendente
dorado
grano por grano
atrapado en el cristal
puliendo acaso
la espera
la palabra que caiga
por la estrecha cintura
del antiguo reloj
en tiempo justo.

Raíz


Las palabras
a veces
tienden puentes
verdor
de lo perdido para siempre
sombra del árbol de tu estirpe
te escucho
en el íntimo rincón
donde me hablas
todavía
cada vez que intento
como hoy
decirte.
Es tan grande mi amor
que sin quererlo te regresa
inocente y feliz
como te vi mientras crecía
mi padre,
el niño más hermoso.

12 diciembre 2005

Still alive


Aún cuando el liviano
aire de esta mañana
el pleno sol
el verde
deslicen su caricia
su luminosa ofrenda.
A pesar de los sueños
-el sorpresivo encuentro-
la vigilia bebida
los sorbos del cansancio
la ilusión de futuro
el trago último.
Reducida
cada cosa a su mínimo exponente
queda ese resto
ese pequeño brote
empeñado en crecer
floreciéndose solo
buena hierba
dolor ciego
vida que empuja.
Soltar la mano
y sin embargo
ahí, acá
latiendo
el insistente amor,
su prepotencia.

09 diciembre 2005

Hay que ver


Con la última bocanada
de humo rubio de noche
que termina
en los bares como
a menudo en tu vida
todo empieza
con los ojos heridos
la resaca
de palabras de temas
opiniones teorías
confesiones a medias
escondiendo
ese fondo que duele
que se instala
como una línea dura de la boca
un alejar el pecho de la mesa
esa estocada de la pregunta inconveniente
la evocación de aquello
que amparado por nieblas
por velos de palabras
por excusas
duerme su sueño injusto
su desvelo presente
piedra de un árido desierto
de caras fragmentadas
algo que revela
ese gesto hacia un lado
de los labios besados
bajo tantas especies
ese humo del sexo
en cuarto oscuro
exilado, en los bordes
apartado de aquello
que se puede mirar
al mediodía
sin mesa familiar
sin amigos ni cines
recluído en los bares
los hoteles de paso
de paso
vivís tu vida
y hay que ver cómo ocurre
ese milagro
de ser quien se rebela
y quien se acepta
con tan poco en las manos,
con tan poco a esta altura,
casi nada. Todavía.

08 diciembre 2005

Big John

La mitad de lo que digo no tiene sentido
pero lo digo sólo para llegar a tí.
(Julia)

07 diciembre 2005

Consigna


Muerte a los mortales.

05 diciembre 2005

Fue


No hay razones
que expliquen
porqué regresa ahora
y no ayer
o hace un año
ni siquiera hay noción
de retardado efecto
eco
conciencia repentina
no responde
a lo que invoco
no lo evoco
y entonces
-porque fue entonces-
en ese tramo
ese pasillo
ese tubo del tiempo
ese pasaje oscuro
esa calle escondida
su ciudad extranjera
sus sonidos ajenos
su descompuesta vibración
no late
no latía
sólo memoria
anárquica
imprecisa
memoria sin sentido
sin remedio, sin mí
sólo memoria
preguntará, como antes
acerca de lo que ignora
(quiere ignorarlo todo)
y yo, ahora
no sé.
Ahora, no sé nada.
De verdad, no lamento
no lo lamento en absoluto.
Sé (porque de eso me acuerdo)
que alguna vez dolió:
pero está lejos.

03 diciembre 2005

Viene


Aceptas
la brisa sobre el cuerpo
cae la lluvia ahora
deja
la humedad de las ropas
siente
lo que en la piel
el reciente calor dilataba
ahora el frío eriza,
tus pies siguen un rastro
más allá del perpetuo movimiento
un señalado rumbo
el dedo
ese dedo que ves o me atribuyes
(insensato)
o imaginas
en la decapitada Nefertiti
que en Berlín te arrasó.
Apenas sugerente
más allá de lo cálido
lo helado
sólo una línea fina
evanescente casi
un dibujo
que desaparece
al compás del camino de tus ojos
atribulados, bárbaros
como todo en los hombres,
si aún en este cielo.
Dones:
lo demasiado hermoso
muere
cada vez
que intentes contemplarlo.
En el ser de los leños
a medida que enciendes.
La ceniza,
el destino
como la lluvia ahora
precipita.
No obres,
ahora es esta espera.
Como la lluvia
sabes.
¿Siente tu espíritu
el rumor?
Hacia tu boca oscurecida
lenta al principio
cuidadosa
se dirige
radiante
la palabra.