28 febrero 2007

Probabilidad de lluvias y tormentas aisladas


UN CAMBIO EN LOS CLIMAS DEL CORAZÓN

Un cambio en los climas del corazón
vuelve seco lo húmedo, la bala de oro estalla
sobre la tumba helada.
Un clima en la comarca de las venas
cambia la noche en día; la sangre entre sus soles
ilumina al viviente gusano.

Un cambio en el ojo advierte a tiempo
la ceguera hasta el hueso; y el útero incorpora
una muerte mientras surge la vida.

Una sombra en el clima del ojo
es a medias su luz; el mar sondeado irrumpe
sobre una tierra sin arpones.
La semilla que del lomo hace una selva
divide en dos su fruto; y la mitad se escurre
lenta en un viento dormido.

Un clima en la carne y el hueso
es seca y húmeda; el viviente y el muerto
se mueven como espectros ante el ojo.

Un cambio en el clima del mundo
vuelve espectro al espectro; y cada niño dentro su madre
se repliega en su doble de sombra.
Un cambio echa la luna dentro del sol,
tira de las ajadas cortinas de la piel;
y el corazón entrega a sus muertos.

DYLAN THOMAS

26 febrero 2007

Semejante y amigo


Ahí estabas
oculto y ascendido como un árbol
hecho de agua y de horas
ése eras
el alto y el profundo
amante de un retazo
de cielo despejado
tu coro de sirenas
cantaba desde el suave
resuello de los vientos
en las ramas más altas de un olivo dorado
caías
misterioso, fatal
desencadenado
sobre una blanca franja de tierra estéril
-la sequía es tan vieja
que ha arrastrado los nombres-
nadie pronuncia ahora
llanto, río, lloviznas
sudor, saliva, océano
aquí ya nadie sabe
qué dicen las palabras
qué auguran o qué evocan
si tus labios han sido
el más seguro sello que las guarda
no te han visto, no pueden
comprender esos signos
que tallaste en la piedra.

Yo también estoy sola
aunque a veces presiento un dolor conocido
veo tu sombra guiando
la diestra de mi sombra
lo que cifro y descifras
entre el uno y el tres
cada vez, cada día.

25 febrero 2007

Viaje al principio de la noche



...Me alejo para verte en la memoria:
sonriente y en el sol como en un barco...



La fotografía retrata a Ana María Baravalle, detenida-desaparecida. El texto al pie pertenece a J.R. Wilcock.
Toda la muestra La duración de la noche aquí, en el blog del fotógrafo y documentalista Carlos Mamud.

24 febrero 2007

Lo que guardas


El desierto crece... ¡Ay de aquél que alberga desiertos!
Friedrich Nietzsche



En el vientre de toda abominación
carne indeseada
semilla amarga de maleza
cumplido augurio, peste, plaga
crece
como las uñas
los hilos grises
de las raleadas cabelleras de los muertos
como la sombra de los días
crece a su amparo, como humedades en los sótanos
larvas en zanjas, musgo en los pozos
o la basura en callejones sin salida
crece borrando el horizonte
dando la espalda a lo futuro, clausurando
ciego de origen
inmensidad inconcebible de la arena
ojo impensado del huracán y las tormentas
se agranda y crece
hacia el olvido forzado en cada hombre
o en la memoria de nuestros cuerpos inconsistentes
porque prospera en el desorden
alimentado a sinsentido
es el arco borroso
que imprimirán tus huellas sobre el mundo
yendo a las ruinas de un olimpo
habitado por médanos u oasis
(noción primera de la noción de orden alguno)
espejismo de lo múltiple y diverso
es el teatro de la mente, su intemperie
es el principio del sinfín de la locura, un
perro salvaje con tu vida entre sus dientes.
Qué importa hallarse ni perderse
cuando descubres que lo guardas
y lo detestas y lo buscas, en tanto crece.

20 febrero 2007

Vías

..."Del tren que pasa de noche indiferente junto a lo que ya se sabe y no se sabe"...
Ricardo Zelarrayán.


A esta hora, entre los árboles
el tren es un aullido
agudo, ronco
una alargada isla de luz pálida
donde tus ojos,
(los reflejos castaños de un vidrio opaco)
suponen que la luna los persigue
-ha estado allí por horas
atravesando con nosotros la llanura-
Viajamos entre extraños
que dormitan o hablan en voz baja
abandonados a esa rara certeza
de estar en el camino
yendo hacia algún lugar.

Nosotros también

tenemos un Pensador. Pero es una copia.

17 febrero 2007

Sobre gustos y colores

Recomiendo fervorosamente este blog

Antonio Gamoneda

( Coincidiendo con Silvia)


Sábado:

1. El animal que llora, ése estuvo en tu alma antes de ser amarillo;

el animal que lame las heridas blancas,

ése está ciego en la misericordia;

el que duerme en la luz y es miserable,

ése agoniza en el relámpago.


La mujer cuyo corazón es azul y te alimenta sin descanso,

ésa es tu madre dentro de la ira;

la mujer que no olvida y está desnuda en el silencio,

ésa fue música en tus ojos.


Vértigo en la quietud: en los espejos entran sustancias
corporales y arden palomas. Tú dibujas juicios y tempestades
y lamentos.


Así es la luz de la vejez, así

la aparición de las heridas blancas.

* * *

2. Estoy desnudo ante el agua inmóvil. He dejado mi ropa en el
silencio de las últimas ramas.

Esto era el destino:

llegar al borde y tener miedo de la quietud del agua.

Algo así

¿Viste esos que cuando van a tu casa te revisan el botiquín del baño, manosean los adornos de los estantes, husmean metódicamente la biblioteca y si te descuidás, te abren la heladera, además? Algo así, en cierto modo miserable, siempre desagradable.

15 febrero 2007

Construcciones, destrucciones, reconstrucciones, deconstrucciones, etc...


"Los poetas inmaduros imitan, los poetas maduros roban, los malos poetas desfiguran todo lo que toman, y los buenos poetas lo convierten en algo mejor, o al menos en algo diferente".
T.S.Eliot

13 febrero 2007

In God we trust


Allí donde los días
adheridos
han formado una masa
oscura, informe
una nube de insectos que devora,
en esa fría región de lo posible
-un arrabal de niebla detrás de los suburbios-
donde nadie se encuentra
donde nadie ha deseado pasar,
haber estado
alguna vez, siquiera;
en esa cueva donde crece
el cáncer del exilio o la intemperie
extendiéndose
como el verdín sobre las piedras
-siempre pisando los talones de la lluvia-
desde allí, en el momento
en que parezca más absurdo alzar los ojos
verás el surco del relámpago en el cielo.
Desde oriente a occidente, iluminando.
Una grieta o un tajo de puñales brillantes
indudable, real como los cuerpos
que contiene y desborda,
eso que nombras cuando
te diriges a otros
desde el revés del ojo que te mira,
la cruz de una moneda
cuya cara herrumbrada dice valer, inventa
la justa cifra:
qué debemos y a quién.
Allí estará, al final,
el que te busca
(hasta que sangren sus nudillos
y te plieges de pánico o de alivio)
a tu puerta, golpeando
ese día final que será el día.

Perro.Gato


He aquí un blog interesante http://cuquisinthekitchen.com/wp/ Besos de la tía para vos, Daddy.

06 febrero 2007

Preludio y solo



En esas manos donde
se asienta desde ahora la dulzura
y se vuelve despacio
hacia el rostro cambiante de los vientos
reluce una intuida maravilla
acunada
criada con las leches
salvajes, con la savia
agridulce y conversa
del árbol siemprevivo
que custodia la puerta del reencontrado infierno.
Cancel del paraíso
tu mirada detrás de las miradas,
ya está el ojo que alumbra
la visión verdadera
hay en todas las cosas
un destello que marca
la imprevista
celebración del rito de la noche
bajo lunas piadosas
sin palabras.
No más gestos, mi amor
el mar ondea aquí sobre la inmóvil
catadura del tiempo
sobre la pampa
de perdidas estrellas
ungidas con un brillo que conozco
porque estamos sin nombres
sin hogar ni vestido
sumergidos en brumas.
Opalo
oscura criatura de la denegación
cierra la boca ahora
crispa los dedos aferrando lo que sea:
a partir de esta noche
no habrá guías.

03 febrero 2007

A la que no fue, pero pudo ser, la hasta ahora siempre ausente


(foto Bill Brandt)


Todavía no sé por qué amaste la iguana.
Yo que la iguana me hubiese vuelto iguanote,
iguanodonte...
(su antepasado remoto averiguado)
y entonces te hubieras visto obligada
a protegerte en mis brazos
para refugiarte del iguanodonte.
Tal vez yo hubiera muerto,
pero no importa.
Tal vez yo hubiera matado al iguanodonte
y seguiría siendo el picaflor.
El picaflor para libar esa miel
del capullo de tu boca...
Y vos seguirías siendo la rosa roja,
rosa encendida
como la sangre de la iguana que mataste,
vaya uno a saber por qué.
Después de eso hubo silencio,
el mayor silencio,
tanto, que ahora
yo me quedo en silencio.
Un silencio que se reproduce inesperadamente...
pero siempre.
Un silencio para oír (sucesivamente o no sé)
el volar de los caranchos,
el silbido inconfundiblemente lejano de la perdiz
y la locomotora que resopla subiendo la colina del monte.
Es decir, un silencio que en realidad no es tal,
pero que en ese momento era el mayor silencio.
Un silencio
o mejor un ramo,
un ramo hecho con el canto del pirincho,
(ahora me acuerdo)
el aletear de los caranchos,
el silbido remoto de la perdiz,
el resoplar de la locomotora subiendo la colina del monte
y, ahora recuerdo,
el zumbido metálico del avión
tapando la cigarra de la siesta.
Un ramo de aquel silencio para la iguana muerta.
Para la iguana que mataste vaya uno a saber por qué.
Para la iguana que mataste por algo...
"Quisiera ser picaflor y que tú fueras clavel."
!Oh! rosa roja que mataste la iguana!
Rosa que encendiste un silencio para siempre.
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Lamentablemente los poemas nunca (o casi) son lo que uno
quiso decir, lo que uno quiere decir, lo que uno querrá
decir (o saber).
Venga una lágrima suelta,
aunque sea de cocodrilo,
por este, otro y muchos poemas.
Y aquí me callo (consumido por el silencio, por aquel silencio que vuelve, que siempre vuelve).

RICARDO ZELARRAYAN