24 febrero 2007

Lo que guardas


El desierto crece... ¡Ay de aquél que alberga desiertos!
Friedrich Nietzsche



En el vientre de toda abominación
carne indeseada
semilla amarga de maleza
cumplido augurio, peste, plaga
crece
como las uñas
los hilos grises
de las raleadas cabelleras de los muertos
como la sombra de los días
crece a su amparo, como humedades en los sótanos
larvas en zanjas, musgo en los pozos
o la basura en callejones sin salida
crece borrando el horizonte
dando la espalda a lo futuro, clausurando
ciego de origen
inmensidad inconcebible de la arena
ojo impensado del huracán y las tormentas
se agranda y crece
hacia el olvido forzado en cada hombre
o en la memoria de nuestros cuerpos inconsistentes
porque prospera en el desorden
alimentado a sinsentido
es el arco borroso
que imprimirán tus huellas sobre el mundo
yendo a las ruinas de un olimpo
habitado por médanos u oasis
(noción primera de la noción de orden alguno)
espejismo de lo múltiple y diverso
es el teatro de la mente, su intemperie
es el principio del sinfín de la locura, un
perro salvaje con tu vida entre sus dientes.
Qué importa hallarse ni perderse
cuando descubres que lo guardas
y lo detestas y lo buscas, en tanto crece.

3 comentarios:

Druida del Sur dijo...

Très bien , très bien.... sobre todo la frase de nietzche...
De la cultura bajaron cosas que nunca lei.. pero pense

Muy bueno

Mónica Sabbatiello dijo...

ES BUENÍSIMO, IMPRESIONANTE.

Mónica Sabbatiello dijo...

lo vuelvo a leer, y a leer, y cada vez más hondo revuelve y retoma la clave de todo, no sé, pero es hasta ahora, uno de los que más me gustan. Tiene ademas una musica como un latido de Maya, de Lila.