Detrás de un vidrio sucio
nuestros ojos
de cristal empañado.
Veo. Miras
una sombra pedestre imita el mundo.
Mis candiles, tus lámparas
asomas sus destellos a una negra
habitación abandonada.
Amor es sed.
Lo próximo se opaca y lo perdido
irá a hundirse en el centro
de ese círculo helado de las aguas.
Sed. Olas de ira. Desbordes.
Las rasgadas costuras que desnudan
otra pálida carne.
Nadie. Nada. Sed.
Me leerás entre brumas,
confusa es mi palabra.
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