24 abril 2007

No sueño más el mar


No sueño más el mar
no me desvelan
los voraces leones de sus vientos
la espiral de las olas
-una ronda de furias-
no me empuja a sus cuevas escondidas
no lo sueño, no entro en su liturgia
ni siquiera me cubro los ojos con las manos
al sol del mediodía
para ver qué vomita el horizonte
en vahídos de nieblas o de espumas
no más, ya no lo sueño
no extiendo mis deseos al confín de las islas,
cuando apoyo los pies sobre la orilla
no siento los guijarros
ni el borde carcomido de la playa
inmuta este cansancio,
esta conciencia
de estar, a ojos abiertos, contemplando
el mar de lo vivido
exiliada del sueño del pasado,
sin derecho al espacio que ocupa la materia
que ha obturado el futuro.
Cumplo con la vigilia que exigen, a esta hora
esos obscenos cuerpos
bogantes
de los muertos.

4 comentarios:

Laura Cambra dijo...

¡Me encantó!
Suelo pasar por esta casa tuya donde siempre tenés algo importante para que me lleve conmigo.

inx dijo...

Gracias, Laura. También yo pasaré por tu casa.

Vero dijo...

Lo leí varias veces, como suelo hacer con tus poemas, Inés. Me dejó una sensación, no diría de tristeza, pero sí de desencanto lúcido (¿cómo sería eso? bueno, así: el mar que conmovía, ya no, las olas batiéndose pero alisadas en los ojos; las islas indeseadas, como oasis secos). Hermoso. Un beso.

inx dijo...

Bueno, Vero, yo sólo sabía la primera frase, e inclusive perdí la primera versión debido a un corte de luz. Tal vez la lucidez se parezca bastasnte al desencanto, si se trata de abandonar las máscaras de la ilusión o de los propios deseos para ver lo que es, lo que hay. Besos y gracias, como siempre.