22 agosto 2007

Hilando



Tanta serenidad es ya dolor.
Junto a la luz del aire
la camisa ya es música, y está recién lavada,
aclarada,
bien ceñida al escorzo
risueño y torneado de la espalda,
con su feraz cosecha,
con el amanecer nunca tardío
de la ropa y la obra. Este es el campo
del milagro: helo aquí,
en el alba del brazo,
en el destello de estas manos, tan acariciadoras
devanando la lana:
el hilo y el ovillo,
y la nuca sin miedo, cantando su viveza
y el pelo muy castaño
tan bien trenzado,
con su moño y su cinta;
y la falda segura; sin pliegues, color jugo de acacia.
Con la velocidad del cielo ido,
con el taller, con
el ritmo de las mareas de las calles,
está aquí, sin mentira,
con un amor tan mudo y con retorno,
con su celebración y con su servidumbre.

Claudio Rodríguez

2 comentarios:

linda dijo...

que linda imagen

saluditos*

Anónimo dijo...

La niña que está trabajando ante la atenta mirada del capataz de una fábrica textil catalana del s. XIX no está hilando-como reza el título de la imagen-sino TEJIENDO. Bueno, en realidad quien teje es ese telar automático llamado " de garrote" porque un garrote a izquierda y otro a derecha golpeaban la lanzadera. El cuadro es de Joan Planella que lo pintó en 1882. Pobres trabajadores!!!!