31 octubre 2007

Eleusis


El sueño y la dulce fantasía se desvanecen.
Mis ojos se levantan hacia la eterna cúpula del cielo,
Hacia ti.
Oh astro brillante y nocturno,
Y de todos los deseos, de todas las esperanzas,
El olvido, desde tu eternidad, sobre nosotros desciende.
Se pierde el espíritu en esta contemplación.
Lo que tenía por "mío" se desvanece.
A lo inconmensurable me abandono.
En él soy, soy todo, soy yo mismo y el mismo.
El pensamiento, vuelto en sí, cae en el desconcierto,
Tiembla ante el infinito, se llena de estupor.
No comprende la profundidad de esta contemplación.
La imaginación pone la eternidad al alcance del espíritu...

G.W.F. Hegel

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