19 febrero 2008

Proyección de la sombra


Podría consentir
-he consentido ya
cuando el agua
en manantial más puro
lavaba heridas pequeñas,
disolvía la sangre
la alejaba
como una rémora rosada, por la arena,
rastro de todo lo que duele,
silicio de la pena-
podría intentar
-todavía hay intentos,
la fuerza es ciega y la razón
fácil de conmover
cuando fracasa en su impostura
y se aviene a no regir el surco
donde entonces
sembró su cálculo imposible
especulando acerca de un destino-
(tanta impura certeza)
Podría abandonar
esta estación de piedras,
este andén de la nada en que me ubico
para verte partir sin que me veas:
ya lo único móvil es el tiempo
y no lo vemos,
no lo ves desde allí
no se ve desde el punto
fijado a expensas de nosotros
cadena de actos,
collar que enhebra la palabra equivocada,
el sueño fuera de lugar.
Lo inasible
- indecible-
sería de ese modo, la verdad
el único sentido de la historia
desde luego, a la sombra,
sí, a la sombra
sombra que cubre sin honores,
sombra que esconde
como un modelo de traición
todo aquello que ampara.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Look here

inx dijo...

Ay, Jon, estoy sin anteojos...