01 febrero 2008

Cuando no



Cuando reste del día
una línea de luz,
un trazo diluyéndose en el borde
del cielo siempre escaso
que pueda concebir esa ventana
(aquella que contuvo
su delgada figura
la espalda que sería
-ahora sin dudarlo-
su retrato más fiel,
definitivo)
con esa calma insana del verano
cayendo a plomo
sobre el bochorno de la calle
donde apenas podría percibirse
el distante
ladrido de los perros
mientras un humo azul
diseminado
en círculos deformes
explore los grisáceos
rincones de la cama,
y lento, pero firme
estalle el tintineo
de metales y loza
(con ese ruido impúdico
que tienen las familias)
en la casa de al lado,
como un réquiem absurdo
una canción vulgar que la recuerda
y ahoguen, repitiéndose,
obsesivas
las notas discordantes
de tu voz
hasta hoy,
desde hoy
desconocida.

2 comentarios:

Silvia dijo...

Esta perfección formal (7/9/11...o 4+5) es intencional, o es tu oído que te va llevando?
Una belleza, pero eso no me extraña.
beso

inx dijo...

Nada de formal, no cuento ni sé cómo se hace. Si lo supiera "formalmente", seguramente me impediría desovillar otras cosas. Tal vez se trate de ese "saber que no se sabe", de oír la música que a mis oídos les suena armónica. ¿No es así para todos, no escucha cada uno su propia música?