27 octubre 2006

Una demostración que canta


El pensamiento es una actividad inmediata, provisional, entremezclada de palabra interior muy diversa, de fulgores precarios, de comienzos sin futuro; pero también rico de posibilidades, con frecuencia tan abundantes y seductoras, que estorban al autor más de lo que lo acercan al término. Si es un verdadero poeta, sacrificará casi siempre a la forma (que después de todo, es el fin y el acto mismo, con sus necesidades orgánicas) ese pensamiento que no puede fundirse en poema si exige para su expresión el uso de palabras o giros extraños al tono poético. Una alianza íntima del sonido y del sentido, que es la característica esencial de la expresión en poesía, no puede obtenerse sino a expensas de una cosa, que no es sino el pensamiento. Inversamente, todo pensamiento que debe precisarse y justificarse al extremo, se libra del ritmo, del número, de los timbres, en una palabra, de toda búsqueda de las cualidades sensibles de la palabra. Una demostración no canta...

Paul Valery

3 comentarios:

Vero dijo...

Valery canta la justa. ?Lo bello exige quizá la imitación servil de aquello que es indefinible en las cosas?, ¿no? La palabra, el bronce, ?visten? al pensamiento, algo se debe sacrificar en el camino para que el vestido calce y resulte una bella visión: palabras, metal.

Franco dijo...

Me han gustado mucho los poemas que leí aquí. Benditos sean los links que llevan de uno a otro blog.
Saludos.

inx dijo...

Sí, Vero, Valery la tenía re-clara.
Sí, Franco, te vi en lo de Freidemberg, ya te conocía. Saludos a vos también.