04 diciembre 2007

¿Los hombres ganan la altura de sus obstáculos?


Preso tras los sucesos de República Cromagnon, local en el cual se desempeñaba como gerenciador y en el que murieron 194 personas el 30 de diciembre de 2004, Omar Chabán asegura que es una especie de chivo expiatorio. "Yo estoy pagando el pato por todos", espeta.

"Después de lo que pasó, soy más paranoico que los paranoicos. Quiero ir a un psiquiátrico para que me hagan más paranoico, no para que me liberen de paranoia", señaló Omar Chabán a la revista Hombre del mes de diciembre.

En una entrevista ofrecida desde la cárcel, Chabán habló tanto de Cromagnon como de una sociedad a la que considera hipócrita y de sentimientos y emociones propios tras tanto tiempo de reclusión y aislamiento.

"Estar privado de la libertad es morir en vida, una tortura. Es un infierno", dijo, y detalló que en la cárcel es uno más. "No recibo tratamiento VIP: al contrario, tengo menos derecho que todos -indicó-. No puedo salir a un espacio público: todos los chicos de acá pueden ir a jugar fútbol, a determinada hora les abren las celdas y están en el exterior. Yo estoy solo desde hace casi tres años, con la cabeza todo el día pensando".

"Cada vez duermo menos, porque estoy como más nervioso y lo raro es que me falta poco para salir y me parece que faltan como cincuenta mil años. Muchas veces pensé en el suicidio. Es un tema recurrente".

"Tengo unas hemorroides delirantes, en los ojos me salen úlceras, mi prostatitis se ha exagerado, voy cada dos minutos a mear"

"Por supuesto me conduelo muchísimo de lo que pasó y de lo que están viviendo los padres, ellos son los que más sienten este peso porque tuvieron una muerte concreta. Yo les quiero decir que yo también de alguna manera perdí todo, vivo en un fracaso absoluto, mi familia se ha llenado de tragedias, de enfermedades.

"Yo tenía un futuro, grande y megalómano, personalmente siempre pensé a lo grande. Me formé intelectualmente para estar en el lugar en que estaba, además estudiaba para tener una apertura más grande. Y sobre el futuro, directamente estoy acabado"


"Tengo odio a la condición humana. Vivimos en una sociedad caníbal y criminal, siempre se necesita tener un chivo expiatorio. Después del juicio, dependiendo de cómo salga, me gustaría irme a vivir a Cuba a dar clases de teatro. No tengo dinero: no tiene sentido vivir en la Argentina", explicó, y también aclaró que "nunca" pensó en fugarse porque "si lo hiciera sería culpable".

"Estoy peleado con todo lo que pasó. No quiero generar algo, no quiero relación con gente. Tengo miedo a las masas"



¿Importa pensar qué es lo justo o lo injusto? Cada uno debe enfrentarse a lo que le toca, superándolo o no. No se pagan las deudas de los otros. No se vive otra vida que la propia, Chabán. Ninguna otra.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Parece Facundo Cabral en épocas setentosas, mirando al cielo a ver si llueve guita.

lunanueva dijo...

Me gusta tu comentario final, Inés. La vida, como todo en la naturaleza, no es justa ni injusta: es lo que es. Tendemos a pensar que lo humano, lo que es fruto de nuestras acciones y las de los demás, no cumple esa premisa. Pero nos equivocamos.
Y Chabán... Creyó que "pensar en grande" era lo mismo que tener un destino de grandeza, y midió las cosas con valores equivocados. Ahora, como entonces, sólo piensa en sí mismo. No aprendió nada.

Anónimo dijo...

Está muy buena la reflexión, recuerdo que a poco del desastre se hablaba de que a cualquiera le podía haber pasado. Creo que Mollo dijo que a él no, y el Indio que a él sí. Sin embargo, en el reparto de infiernos, Cromagnon le tocó a Chabán.

inx dijo...

Es precisamente eso lo que me sugieren las palabras de Chabán, (que usa "megalómano" como calificativo sin advertir el sentido despectivo del término,en actitud claramente megalómana)No aprendió nada, y como todos los que reniegan de las condiciones de su vida, se queja y cree que no son justas. Odia y teme, en consecuencia. El clásico: ¿por qué a mí?