19 diciembre 2007

Quevedo


Prevención para la vida y para la muerte.

Si no temo perder lo que poseo,

ni deseo tener lo que no gozo,

poco de la Fortuna en mí el destrozo

valdrá, cuando me elija actor o reo.

Ya su familia reformó el deseo;

no palidez al susto, o risa al gozo

le debe de mi edad el postrer trozo,

ni anhelar a la Parca su rodeo.

Sólo ya el no querer es lo que quiero;

prendas de la alma son las prendas mías;

cobre el puesto la muerte, y el dinero.

A las promesas miro como a espías;

morir al paso de la edad espero:

pues me trujeron, llévenme los días.

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