Vos, en cambio, y muy especialmente tu disco Rodolfo, son intolerables. A mí Sanz y vos me resultan igualmente pesados,mirá vos. Como una ola incansable, llega y se repite en mi mente esta pregunta: el tirifilo éste, ¿a quién le ganó?
La analogía esbozada por el título es genial, nunca comento ene ste blo, me limito a disfrutar las poesías, pero lo ingenioso del paralelismo me obliga a romper este silencio. Genial. además, claro está,estoy de acuerdo con la opinión, si se hubiese quedado en "Tercer Mundo" otra sería la historia, pero encima se dedicó a hacer cine.
Hay gente a la que el éxito le pone pilas, y gente que, diría Freud, fracasa cuando triunfa. Desde que Páez vendió medio millón de copias (o más aún) con "El amor después del amor", perdió voltaje estético: su indudable tendencia a la pedantería y el homenaje permanente se convirtió ("Dar es dar" es el mojón, yo creo) en una ramplonería optimista intelectualosa, previsible, aburrida. Hay gente que sólo puede crear desde el fracaso o el resentimiento (Páez tiene un par de discos sublimes para mí: "Ciudad de pobres corazones" y, en menor medida, "Ey", además de "La la la", con Spinetta, y dos discos más que me parecen buenos, "Giros" y "Tercer Mundo"). A esta pérdida de voltaje se suma, como índice de la autocomplacencia en la que se hundió, que sigue cantando tan mal como siempre y que toca el piano peor que nunca. Todo confluye en discos donde el adjetivo que se impone es "berreta", y también "domesticación". El título me hizo soltar la risa, muy certero, un acierto poético ciertamente.
Buena pregunta, Inx. Coincido, con vos y con los comentarios previos. Algunos artistas tienen una idea de su propia importancia tan inflada, un narcisismo tan hipertrofiado y una vanidad tan idiota que darían risa, si no provocaran fastidio.
Me gustó lo de Franco. Aunque omite "Del 63" que es para mí el mejor disco. Y "viejo mundo" la mejor canción. Siempre cantó mal. Pero fue un gran compositor. Es el mismo caso que yo planteaba con Gelman: no retirarse a tiempo. Yo le perdono que diga imbecilidades (el pibe tiene que hacer marketing, no vende un puto disco. Además se le agrandó la familia, che) por canciones como "tumbas de la gloria", "El loco en la calesita", "tus regalos deberían de llegar" y otras bastantes más.
Mirá, Luc, si "tumbas de la gloria" (título y texto) no te sugiere ya cierta megalomanía en el tipo, junto con ese más que obvio y espantoso videoclip donde "se hace" el director de cine... No es cuestión de retirarse, sino de ubicarse. La gente que alguna vez podía poblar un estadio para verlo, se le redujo a un grupete de amigos. Hoy no puede hacer un recital ni en la cancha de Fénix. Así tuneado y photoshopeado como lo dejó la Roth, la gente entiende que ya no es un artista representativo de nadie, de nada. Me pregunto quién le hizo creer lo del cine, es lamentable. Además, si es músico, digo yo, -está bien que no tenga una gran voz-, pero ni yo, que no te saco ni el rasgueo de zamba de mi esperanza, desafino de ese modo. Ofende mis oídos.
Todavía, tantos años después, el mismo barro, los galpones vacios, las vías muertas, los charcos. Lo único que ya no hay es el descampado. Lindo viejazo, inés.
Me quedo con Fito año 89/90 tocando "ciudad de pobres" en el velódromo gratis, tocaba la guitarra (más o menos),y la rompió, muy rockero. Gran parte de ese público se fue de ahí a Cemento a ver a los redonditos. Fito era un primo. Más adelante, como dice Franco, cuando le llegó la gloria se quedó, y desde ahí no aprueba materias en la carrera de la evolución que no es sólo musical. Lo dice su último rostro siempre tenso, su pelea con Cecilia, con Sabina.
Aunque coincido en general con lo que se dice --salvo con eso de que el rock en castellano no existe: hay poco, pero existe-- yo creo que lo de Fito es un poco más grave. (Luca decía que el rock se canta en inglés, y solamente en inglés, pero atar un género artístico a una única lengua me parece dogmático y cerril). Fito era una persona antes de "El amor después del amor" y fue otra después. (El juego de palabras es involuntario, lo juro). Fue a España, anduvo con Cecilia Roth, y cuando volvió ya no era el mismo. Hablaba distinto (con otra tonada, con otra pronunciación, con otras palabras), opinaba distinto (un discurso muy berreta y cursi de optimismo y sensiblería; no sé cómo llamarlo), etcétera. Su cambio, creo, se debió a un cataclismo profundo: no en el nivel de las posturas estéticas ni marketineras, sino en el de la personalidad. Su suerte, creo, es más penosa de lo que podría suponerse.
11 comentarios:
La analogía esbozada por el título es genial, nunca comento ene ste blo, me limito a disfrutar las poesías, pero lo ingenioso del paralelismo me obliga a romper este silencio. Genial. además, claro está,estoy de acuerdo con la opinión, si se hubiese quedado en "Tercer Mundo" otra sería la historia, pero encima se dedicó a hacer cine.
coincido, excelente título.
aunque Paez es esencialmente idiota, Sábato es más turro, más pillín.
Hay gente a la que el éxito le pone pilas, y gente que, diría Freud, fracasa cuando triunfa. Desde que Páez vendió medio millón de copias (o más aún) con "El amor después del amor", perdió voltaje estético: su indudable tendencia a la pedantería y el homenaje permanente se convirtió ("Dar es dar" es el mojón, yo creo) en una ramplonería optimista intelectualosa, previsible, aburrida.
Hay gente que sólo puede crear desde el fracaso o el resentimiento (Páez tiene un par de discos sublimes para mí: "Ciudad de pobres corazones" y, en menor medida, "Ey", además de "La la la", con Spinetta, y dos discos más que me parecen buenos, "Giros" y "Tercer Mundo").
A esta pérdida de voltaje se suma, como índice de la autocomplacencia en la que se hundió, que sigue cantando tan mal como siempre y que toca el piano peor que nunca.
Todo confluye en discos donde el adjetivo que se impone es "berreta", y también "domesticación".
El título me hizo soltar la risa, muy certero, un acierto poético ciertamente.
Buena pregunta, Inx. Coincido, con vos y con los comentarios previos. Algunos artistas tienen una idea de su propia importancia tan inflada, un narcisismo tan hipertrofiado y una vanidad tan idiota que darían risa, si no provocaran fastidio.
Me gustó lo de Franco. Aunque omite "Del 63" que es para mí el mejor disco. Y "viejo mundo" la mejor canción.
Siempre cantó mal. Pero fue un gran compositor. Es el mismo caso que yo planteaba con Gelman: no retirarse a tiempo.
Yo le perdono que diga imbecilidades (el pibe tiene que hacer marketing, no vende un puto disco. Además se le agrandó la familia, che) por canciones como "tumbas de la gloria", "El loco en la calesita", "tus regalos deberían de llegar" y otras bastantes más.
El rock en castellano no existe. Páez no existe. Chávez menos aún.
Mirá, Luc, si "tumbas de la gloria" (título y texto) no te sugiere ya cierta megalomanía en el tipo, junto con ese más que obvio y espantoso videoclip donde "se hace" el director de cine... No es cuestión de retirarse, sino de ubicarse. La gente que alguna vez podía poblar un estadio para verlo, se le redujo a un grupete de amigos. Hoy no puede hacer un recital ni en la cancha de Fénix. Así tuneado y photoshopeado como lo dejó la Roth, la gente entiende que ya no es un artista representativo de nadie, de nada. Me pregunto quién le hizo creer lo del cine, es lamentable. Además, si es músico, digo yo, -está bien que no tenga una gran voz-, pero ni yo, que no te saco ni el rasgueo de zamba de mi esperanza, desafino de ese modo. Ofende mis oídos.
No sé, Omar. El rock en castellano fue el rock de acá. Mirá lo que hizo Javier Martínez (por ejemplo)a fines de los 60...
Todavía, tantos años después, el mismo barro, los galpones vacios, las vías muertas, los charcos. Lo único que ya no hay es el descampado.
Lindo viejazo, inés.
Me quedo con Fito año 89/90 tocando "ciudad de pobres" en el velódromo gratis, tocaba la guitarra (más o menos),y la rompió, muy rockero. Gran parte de ese público se fue de ahí a Cemento a ver a los redonditos. Fito era un primo. Más adelante, como dice Franco, cuando le llegó la gloria se quedó, y desde ahí no aprueba materias en la carrera de la evolución que no es sólo musical.
Lo dice su último rostro siempre tenso, su pelea con Cecilia, con Sabina.
Aunque coincido en general con lo que se dice --salvo con eso de que el rock en castellano no existe: hay poco, pero existe-- yo creo que lo de Fito es un poco más grave. (Luca decía que el rock se canta en inglés, y solamente en inglés, pero atar un género artístico a una única lengua me parece dogmático y cerril). Fito era una persona antes de "El amor después del amor" y fue otra después. (El juego de palabras es involuntario, lo juro). Fue a España, anduvo con Cecilia Roth, y cuando volvió ya no era el mismo. Hablaba distinto (con otra tonada, con otra pronunciación, con otras palabras), opinaba distinto (un discurso muy berreta y cursi de optimismo y sensiblería; no sé cómo llamarlo), etcétera.
Su cambio, creo, se debió a un cataclismo profundo: no en el nivel de las posturas estéticas ni marketineras, sino en el de la personalidad. Su suerte, creo, es más penosa de lo que podría suponerse.
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