16 noviembre 2006

Bodas


Rasante y necesaria
con el apremio de los dioses
la repetida cópula
que engendra y que devasta
como el aura de un incendio en la pradera
donde pasta un rebaño
de corderos oscuros,
así se cierra el día:
bajo este cielo gris
el lazo que lo ciñe
al rubor de un crepúsculo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nunca leí nada parecido a esta impecable y creativa descripción del crepúsculo. "La repetida cópula que engendra y devasta". No sé de dónde sacas semejantes figuras, lo cierto es que si pintaras con pinceles difícilmente lograrías las imágenes que logras plasmar con tus letras.

Te saludo desde Venezuela, haciendo mi habitual paseo por tus predios antes de irme a la cama.

Hil