Llena luna fría, vas plateando el ventanal,
lujo de una pieza sin cortinas
agria como el trago
una lucidez final
crece con la noche y me domina.
Todo lo que quise como arena se escurrió
pálidos paisajes, tristes cosas
ansia de otro sueño que en el día se murió,
frágil, como el tiempo de una rosa.
Antes de este cuerpo seco,
antes de esta boca amarga,
antes de archivar el corazón
me desnudé para el amor,
tuve la fe de una pasión -ya perdida-
pude alentar quimeras
supe de un pequeño cielo,
dije lo que el ángel me dictó...
pero el brillo de sus ojos me negó toda ilusión
espejos de mi decepción.
Viejas milonguitas con su lívido percal,
tangos del amor más desolado,
pueblan negros puertos donde el alma fue a amarrar
ciega de fracaso y de pasado
llegan a la hora en que va a caer el sol
con sus flacos dedos afilados
destejiendo el tiempo en que mi sueño se enredó
antes de saberme un desdichado.
La letra es mía, la música, de Claudio Brocco.I998.
3 comentarios:
Yo la quiero escuchar.
Voy a ver si hay grabación disponible.
Yo también lo quiero escuchar.
Señorita Inez : ¡Así que también había sido tanguera!
¿Será que el tango es la raíz cultural de todos nosotros?
¿El punto de partida y el hogar de retorno?
Se me hace que la imagen de las viejas milonguitas destejiendo el tiempo tiene un reverbero de esperanza.
¿Serán como Penélope, que destejía de noche para poder volver a tejer al día siguiente?
Besos.
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