11 enero 2008

Quiromancia


Toma mi mano
la recorre
sus yemas ásperas
sus largos dedos sabios
observan con distancia
estas uñas sin filo
diez cáscaras rosadas,
lunas ínfimas.
Pliega y descubre
ignorados surcos que sin duda
son cifras de un mensaje
como aquel que señala
un trígono perfecto:
destino, mente y vida
se unen en mis palmas.
Escucho el modo en que se ahueca
la entrada en el silencio.
Tócame.
No me muevo. Veo cómo le brillan
los ojos si es que apruebo.
Hay tanta gente aquí, pero no importa
es un momento íntimo perfecto.
Lo nota, sólo tiene mi mano
entre las suyas, hace tiempo suspendida.
Tócame. Algo cae.
Aturde mucho más que los oídos
todo eso que no dice
que no digo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay tanta gente aquí, pero no importa
es un momento íntimo perfecto.

exquisito.

inx dijo...

Como en la red, a veces ocurre. Saludos.