Aquí vendré siempre, a ponerme melancólico. Débil, sumiso, obediente. Son los recuerdos del amor más que la pasión misma. No hay palpitar más estruendoso, ni temblor más intenso que el de la espera de aquella persona que se perdió en nuestros ojos. Hoy, esa mirada no está... pero está la intensidad, la profundidad de otro silencio.
Por ahí me dejaron un comment en el blog que era patético como Migré (o algo así, risueño). La verdá doña inx, si la heladera sigue tan fría de presencias materiales, es hora de contemplar la posibilidad de escribir culebrones para la tele. No sienta bien, pero alimenta.
10 comentarios:
Aquí vendré siempre, a ponerme melancólico. Débil, sumiso, obediente. Son los recuerdos del amor más que la pasión misma. No hay palpitar más estruendoso, ni temblor más intenso que el de la espera de aquella persona que se perdió en nuestros ojos.
Hoy, esa mirada no está... pero está la intensidad, la profundidad de otro silencio.
Por ahí me dejaron un comment en el blog que era patético como Migré (o algo así, risueño). La verdá doña inx, si la heladera sigue tan fría de presencias materiales, es hora de contemplar la posibilidad de escribir culebrones para la tele. No sienta bien, pero alimenta.
Mirá Omar, yo nunca hablo de otra cosa. Aunque hable de otras cosas.
All I need is love.
Y es un gusto que pases por acá.
yo también.
siendo así, voy a venir más seguido.
Con paulina contemplo una plena trilogía conflictiva. Material no falta, sólo marterializarlo, lo que no es poco.
Bienvenida, Paula ¿Usted entendió lo que dijo Genovese de la trilogía conflictiva?
no se preocupe inx, paula sabe que ladro pero no muerdo.
mi vida está plagada de conflictos, inx. uno más? poco importa.
Dura, la vida de libreros.
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