01 junio 2005

A la Nona y al Príncipe Consorte, a la Princesa también: ¿Podrían tener en cuenta el contenido del texto que se lee, al poner vuestros comentarios?

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Llegó la admonición.
¡Qué carácter!

Anónimo dijo...

¡AAAAAHHHHHHH !!!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

Se ha equivocado, aquí no hay ninguna Nona, ningún principe consorte y por ahora no tenemos ninguna princesita ni principito, pero si su maltrato y como dijo el anónimo Nº1!Qué caracter!! decía, que si sigue vuestra critica a nuestra escritura, los Tortolitox tendremos que retirarnos de su blogg.
¿Podrá adivinar ahora y al fin quien o quienes son los Tortolitox????

Anónimo dijo...

Señores usuarios anónimos, un gusto y un placer poder leerlos, por los horarios de sus comentarios logré mi primer a deducción, vienen de otros continentes...Espero adivinarlos pronto.

inx dijo...

¿El usuario anónimo? Ese es un excelente nombre para un blog.

Anónimo dijo...

Bueno, bueno, veo que pasa el tiempo y usted sin aparecer. O sea, para ponernos negros por no cumplir las normas, bien "al loro" que está, pero para alimentarnos cada día, nada...
Nos deja sin teta... eso no se hace con los bebés, hay que darle de comer cada día. Y su blog es aún un lactante.
Ya sabe, quien ha de ser la primera en cumplir...
Por otro lado, comentar poemas no está a mi alcance.
Le propongo que cada día haga dos entradas, una poética, límbica...
y otra táctil, cotidiana, a pie de tierra... como un arbolito donde cagan los perrillos.

Anónimo dijo...

Compañeros usuarios anónimos colegas, reflexionando un poco podemos reconocer que inx ha efectuado un intento estético verdadero, desde el nombre de su blog a sus textos, y quizás tenga razón: entramos como una gran familia italiana, a lo bestia, hablando de todo un poco y a los gritos. Bueh, que se vaya acostumbrando, uno no puede renegar de tanta pizza con fainá.

inx dijo...

Anónimos míos: recuerden que provengo de otra península (por la pizza, digo) Larguen un poco el tinto y los humitos. Yo, lamentablemente escribo esto con el ayuno de mis mediodías laborales. No me molestan los comentarios, me molesta el caos. Usteden saben que cierto orden es una necesidad y a veces, hasta un remedio. ¡Orden y Progreso!

Anónimo dijo...

Como usted sabrá, el orden no es mi fuerte. Lo intentaré, lo intentarè..

Anónimo dijo...

Sobre el orden, es verdad, a los obsesivos, como es mi caso, la cama tendida nos puede calmar.

PIGLIA dice, citando a Steve Ratliff:
"Los detalles insignificantes sostienen las emociones fuertes".

La abuela de una amiga dice:
"Uno duerme según como tienda su cama"

Anónimo dijo...

Saluda Rodrix, aún no comprendí de que van los comentarios, pero parecen tan amistosos...
Ché, es "Orden es Progreso" el lema, pero para alguien ordenado cabe das duas formas igual.
Piola (que moderno!)la idéa del blog comentarista, agrega una nueva dimensión a las relaciones humanas y eso es válido de por sí.
Por ello dejo un cariño masivo y unas palabras del poeta, que tituló:
Pido silencio:}
Ahora me dejen tranquilo.
Ahora se acostumbren sin mí.

Yo voy a cerrar los ojos.

Y solo quiero cinco cosas,
cinco raíces preferidas.

Una es el amor sin fín.

Lo segundo es ver el otoño.
No puedo ser sin que las hojas vuelen y vuelvan a la tierra.

Lo tercero es el grave invierno,
la lluvia que amé, la caricia
del fuego en el frío silvestre.

En cuarto lugar el verano
redondo como una sandía.

La quinta cosa son tus ojos,
Matilde mía, bienamada,
no quiero dormir sin tus ojos,
no quiero ser sin que me mires:
yocambio la primavera por que tú me sigas mirando.
(...)

sir Rodrix

Anónimo dijo...

Oye ché, que vuelvan todos, que no los veo.
Se echa de menos en bolomki...
los chicos dando brincos encima de las camas, las viejas calcentado y pedándose,
el olor a ajo,
y a pata...
el desorden fundamental de donde nace todo.

Anónimo dijo...

ESTÁ CLARO QUE LA PROVOCACIÓN ES LO QUE DA PASO AL MOVIMIENTO.
SIGA PROVOCANDO INX.
Mire cuántos comentarios tiene este lugar.

inx dijo...

Sir Rodrix, caramba, hasta un caballero inglés... Me parece que cuando cenamos en el palacio de Carlos y Camila me había prometido un texto suyo. Claro, todos habíamos bebido, acaso lo olvidó...