20 septiembre 2006
Finisterre
Debe de ser un fuego insostenible
la cesación de la felicidad.
(Wilcock)
Aquí termina el mundo
dijo el hombre
y desprendió con esfuerzo
las manos que aferraban el timón.
Este cabo es es el final del horizonte
nadie habita ese faro
plantado entre malezas,
ni una porción de tierra lo sostiene
se trata, apenas
de la mudable intermitencia
del navegante o de la luz.
Es a partir de aquí
dijo, y el índice
de su mano derecha
era el profeta del más visible omega.
Después bajó los ojos
se tendió en la cubierta
al azote del viento,
el exorcismo de la lluvia
aún.
Otra vez la deriva inexpresable.
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