31 enero 2006

Ilustra este momento



Recibí esta foto por mail y me gustó. Es de Héctor Leone.

30 enero 2006

Pietá II



..."Todo consiste en ese secreto y amoroso en sí
que cada criatura ofrece, a quien sabe penetrarla".

28 enero 2006

Blues


Me quedo acá
me siento
pido un café
puedo mirar por la ventana
una ciudad semidesierta
el sol es pleno
a las dos de la tarde
sé que hoy es sábado,
estamos en verano.
Media hora se desliza fácilmente
un tiempo de Dalí se mece en los relojes
la poca gente
arrastra el peso del calor.
Por momentos
casi no hay nada que se oiga
ruido de fondo,
(el fondo de las cosas suena así,
algo que está, algo que habla y no se oye)
No pasa más que la memoria
desfila
su comparsa deslucida
sus trajes rotos
un carnaval grotesco
¿porqué si es de hoy
todo parece tan antiguo?
De lamé barato
es el dorado vestido de la reina
su exagerado maquillaje
haría llorar a un niño.
A mí también se me caen unas lágrimas
-y no soy una niña-
tanto calor
y sin embargo estoy temblando:
la memoria es regreso
nos da miedo lo viejo,
lo feo asusta si retorna
vuelven entonces cosas tristes.

Para lo triste, no parece haber consuelo.

26 enero 2006

Necesitaba una mascota



Me compré un gángster.

Boca. Nada.


Sopla
se acerca y sopla
infunde aire
sobre la sangre de la herida
sobre el dolor
ahora
un soplo nuevo
diferente
pero el dolor también
no es el de ayer
no será
el que mañana
te incline o te abandone
cuando soplen
los vientos del final
tormenta helada puede ser
su boca oscura
orza o deriva
corazón en el centro
sopla tu espíritu y es nada:
no hay más que viento.

25 enero 2006

Enfermedades raras


Un latido en la sien
ese vago dolor en la cintura
el
morado borde de los párpados
cansados de cansancio.
La ocasión
voluntad que desciende
hasta el centro del pecho,
ese vestigio de aire
disuelto, irrespirable
trago del humo de la cámara incendiada
donde
sus ramitos nupciales
envejecieron de moho en el silencio
él
sobre sábanas húmedas, dudosas
la
inquietud de los dedos
pavoroso designio,
la señal
de un enfermo momento en que se buscan
inhallables palabras,
con los hilos del sueño se remienda
un vestido rasgado,
la desnuda ilusión que arma su nido
con hilachas robadas de los cuerpos.

24 enero 2006

Mmmmhhhh...

Puede ser
-el error suele dar
la posibilidad más cierta-
puede ser que no vea
claro,
que aquello que semeja la verdad
sea, en verdad, un refinado engaño
de la mente o de todos
los sentidos en banda,
puede ser que no sea.
Me niego y no me niego.
De este modo
-inclemente conmigo-
me abstengo de afirmar,
no te lo firmo al pie,
no declaro en favor,
ni en contra de,
no digo nada.
Pero incluso el silencio,
(ay, del humano corazón)
aprieta, encubre, encierra
un número
determinado o no
de ostensibles palabras.
El mundo, dijo un sabio
se divide en sólo dos clases de personas:
a) Los que saben.
b) Los que no saben.

23 enero 2006

Anoche

Cuando declinan los ánimos
la música decae
y el vestido de fiesta
se mancha
fatalmente de rojo
(vino que es sangre,
la inevitable encarnación
de los dones, la fiesta)
cuando las caras
empalidecen ante el sol de la mañana
y huyen los ojos
cansados de mirar
buscando el sueño del olvido
la pausa de las horas
en retirados jardines del sí mismo
donde sigue la historia,
la violenta
la de los cuerpos desmembrados
vaciados sus fluídos
sobre las sábanas
sobre las alfombras
sobre un mármol desolado
llenos de frío, regresar
con la resaca
la amargura
maldiciendo la aurora del después
la final madrugada.

Acción

Lanza las redes
recoje lo que a ellas
mansamente se adhiera,
desesperado o no,
lo que regresa.
Si se niega se queda
del otro lado,
en la otra orilla.
En la caza conviene
disparar sobre las piezas que se ofrecen,
dejar ir a las otras.
Un guerrero impecable
no intenta en modo alguno
vencer las resistencias:
sabe que la batalla
la única
la más dura
la enfrenta con su sombra
y esa se libra en el retiro
la clausura
el silencio.
Mira hacia el sur
ya está cerca,
unos pasos apenas
unos días o años
puede esperar,
sabe que va
si lo asiste una fe,
sentirá cuándo llega.

21 enero 2006

Lo dijo Wilcock

Las preguntas retóricas no suscitan respuesta.

20 enero 2006

Jardín botánico

¿Recuerdas, mi alma, ese árbol favorito?
Verdes eran las tardes a su vera;
era un ombú, era sagrado y era
como un hotel variadamente escrito
por los paseantes de otra primavera.
Nosotros no grabamos nuestros nombres;
y sin embargo, cuando todo muera,
¿no quedará un recuerdo de dos sombras
besándose las manos en la hierba,
aunque esas sombras no se nos parezcan?
Las preguntas retóricas no suscitan respuesta.

Me alejo para verte en la memoria:
tan joven y en el sol, como en un barco.

JUAN RODOLFO WILCOCK

18 enero 2006

Carta hacia el sur



Te tocó llevar el nombre del viejo. Pelearle su insoportable primacía hecha de audacia (basada sobre todo en su infinita inconciencia) violencia atávica y adquirida en sus diez años de guerras, su inteligencia aplastante, su idea de lo que un hombre debe ser, enseñada y aprendida a los golpes. Te tocaron dos hermanas mayores implacables, un hermano menor que es quien nos premia con su castigo, nos obliga a reunirnos, a repensarnos en un lugar comprometido del amor, ese que nos imponen los que nos necesitan, los que por alguna razón están más desvalidos. Te tocó tener ese enorme corazón que mamá convirtió en argumento inapelable para tu defensa. Te va a matar (eso digo yo) la tentación y el abuso del verbo. Así y todo, no puedo no pensarte sin ternura. Cabezón en todos los sentidos, sentimental hasta el bolero, generoso, gracioso, gracioso, gracioso. Casi nadie me hace reir como vos siempre lo hiciste, no hay un sólo tipo que haya conseguido que le planche una camisa, como vos lo lograbas, siempre. Extraño a veces el sonido de tu saxo dentro del placard, tus novedades discográficas, tus opiniones y esas frases -seguramente inventadas- que atribuías a algún personaje famoso sin que nadie consiguiera jamás que le revelaras la fuente. "Cuando me esté muriendo, sólo quisiera oir la voz de Sarah Vaughan", por ejemplo. Cuando me esté muriendo, Fernando, Fernandito, yo quisiera saber que mi hermano favorito pudo llegar a ser un hombre feliz, amado, sosegado. Uno de los que más amo en este mundo, vos lo sabés. Y no te pongas a llorar, sólo tócala de nuevo. A ella le gustaba.

17 enero 2006

El manto


Por no extenderse
en palabras que limiten
esa epifanía
que se abre radiante
ante algunas imágenes,
a causa de las causas
naturales
que han devenido
en natural efecto
lo suave lo que tiene
un hueco que es su espacio,
lo que adquiere,
-aquello que le es dado-
lo que queda
lo propio
eso que
late debajo de las formas
fondo extenso
inabarcable con
los ojos encerrados
entre los márgenes estrechos
de una mirada o dos
cierra y protege
en buen silencio
a salvo al fin
a salvo es salvo
se recupera sosteniéndose
entre los brazos de ella
la que en la noche de la fiebre
le besaba la frente
cuando el mortal sudor
decía de él
todo aquello que pudo
alguna vez callarse.

16 enero 2006

NosOtros



Foto: Eduardo Nico (Magoo)



Deriva retenida
el tiempo es liso
orando así
con voz menuda
mientras empujan los vientos
en cubierta
temblor
al desplegar al sol las velas blancas
cenital del instante que revela
sobre un grueso telón
el nombre de la máscara
intenso corazón de muchos frutos
orgía del sabor
su áspera lengua.
Hablamos del alivio de licuarse
como escarcha obediente
a los pies de lo verde
en primavera.
Ser en el mundo
las cenizas del cielo
o apenas algo
que logre arder. Arder,
arder ahora y deshacerse
la mañana después.

12 enero 2006

Ilusiones



De esa manera,
esquivo
cuando se cierra
sobre sí como
si el paisaje tuviera
un tope,
el horizonte
ciego de un punto
en que la rueda se detiene
o gira enloquecida
una veleta azotada
por los cuatro vientos
vibra
lejana
incomprensible para
el animal que lleva
y sabe lo que quiere
(lo quiere ahora
la urgencia no prevee)
no le expliquen
no le anuncies
lo que viene
el animal sabe
-es perfecto en su modo-
qué voluntad lo guía,
naturalmente.

10 enero 2006

La ruta de la seda



La turba de las ferias es un perfume vago
adormecido en el fondo del báculo
que las manos de un monje abrieron en Bizancio
capullo donde abdica la crisálida
en pos de un hilo fino
que platearán las lunas
y ha de dorar el sol con el sólo reflejo
del oro verdadero.
Lisa hebra delgada que sellaría
la imposible amistad de Oriente y Occidente
el tráfico constante de gentes y de naves
desde el surco remoto de la historia
hasta el mar conocido por nosotros.
Ego sum. Mare nostrum.
Ciudades como umbrales, como grietas
Estambul o Bizancio: Constantinopla
y también Esmirna, Anatolia
o la oceánica Mármara, la envilecida Ankara
en lenguas tan sonoras, que respiran la música
la maldición babélica se invierte
(bendice ahora su boca al pronunciarlas)
Baba, lazo, opalino cristal
levedad destinada a brillar sobre el cuerpo
escondida en el vientre de un gusano,
esa forma carnal que asume el tiempo
cuando horada preciso la materia porosa
y paciente y fatal, devora todo:
él, yo, las tiernas hojas
de un árbol de morera.
Puente, nexo delicadísimo entre orillas adversas
catalepsia del ego y sus deseos
teje la suavidad en el telar del mundo,
señálame en sus mapas con tus líneas punteadas.

09 enero 2006

Nada que ver


Puedo ver sus figuras
lentas
cuando viajan
hacia un destino de
pequeño punto antes de nada
temo
ese instante en que se pierdan
al final de la calle
-lo visible limita
con un negado sentimiento-
Entran
uno por uno
silenciosos y graves
en lo denso, lo oscuro
se sumergen
en algo hecho de tiempo
o de miedo, o zozobra
y no hay palabra que alcance
que designe
este pavor ante lo estéril
las entrañas vacías,
ya sin nombres los mundos
que armamos con arena
en laderas volcánicas.
La amenaza
-sus cimientos seguros-
la única certeza.
Estoy mirando desde aquí
cómo se alejan
veo un punto
al final de la calle,
si bajara los ojos
enseguida
o volviera
rápidamente la cabeza

no se vería más nada,
en un segundo apenas
sus figuras
son nada.

Cumpleaños




Aquí estamos, desde ayer, 8 de enero, festejando el cumpleaños de la bicha tántrica. Ya se fueron retirando los invitados, quedamos sólo los íntimos. Esto recién empieza.

05 enero 2006

(.)


Estuvo aquí
lo percibo
en el orden alterado de las cosas
todo el aire se impregna
lo delata
pasó
atropellando
acariciando
cambiando los lugares
de lugar
siempre es así
irrumpe
interrumpe
desvía
-obra de ingeniería perfecta
su desatino-
el curso concebido para el agua
empuja provocando
los fluídos
trabaja
labrando lentamente
pule con calma
(ahora sí)
la estela del derrumbe
hace, rehace
desoye y se desvive
muere, remuere, rememora
encuentra la razón de la ilusión
o la ilusa razón
lo contradice
enfrenta sus repliegues
con los míos se apura o exagera
da si le pido
se abre inunda
lo cubre todo
y todo queda
por él y en él
a la intemperie.
A mí
me gusta lo desnudo.

02 enero 2006

Visión de lirio


Olvida
lento
con la tenacidad
del hueso
o de la piedra
blando
como el plumón
de un ángel
levísimo, rosado
la geografía completa
de todos tus trayectos anteriores
cambia
muda
cruza
atraviesa resuelto
la corriente excitada
el tumulto del agua
viene
cede
vence
la histórica clausura
de la puerta
el agujero franco de la nada
su lecho oscuro
su angosto corredor de
tantos filos
espinas
puntas
garras.
Ahora estás aquí
ahí. Ves.
Tu mano alcanza
toca
percibe
palpa.
Nadie
alabará este logro
tu mejor actuación
a teatro vacío.
Cerca. Estás cerca
(te traen
nos llevarán)
vive
en la proximidad
de los descubrimientos
despojado
simple
puro
pobre
con tu dócil escencia
delirio
sobre el campo.
Para estar en el mundo
hay que abjurar
de cualquier modo
de imaginarlo.

Brindis



Encuentro de las copas
aquí
una rendija intermitente
esta noche de fuegos
de artificios
martilleo de voces
su música lejana
choque
astillas del cristal
estas burbujas
su aire contenido.
Del compás de los años
te advierten las campanas
de un pasaje tan leve.
Te inclinas.
Sobre un papel
de impecable marfil
tu letra menuda
describe los deseos
adelante
mañana
después
-eso es lo oculto-
la cuerda que te arrastra o
te sostiene
ata o
salva
brinda o
se ofrece
los labios húmedos
apenas beben.