29 octubre 2005

Cielos


Necesariedad de algunas cosas. La medida de la felicidad preanuncia el dolor que habrá de provocar. Hueco y saliente. Armonía cruel de todos los extremos. La permanente tentación de ceder, de dejarse arrollar por la fuerza, de renunciar al cielo. La ilusión de renunciar, de poseer alguna fuerza.
Ese cielo en el que todo se esconde: la promesa y la amenaza.

1 comentario:

Mónica Sabbatiello dijo...

Creo que no hay tal dolor si la expresión es completa, desde el fondo hasta el fondo. Veo tanto miedo.