21 octubre 2005

Cebollas



Una niña, dijo
dice una niña
digo:
¿una mujer sin filos?
Armas ocultas
en la espesura,
primeros roces.
La niña,
esa niña,
vio dolor. Demasiado.
Y si duele,
es que no quiere,
que no le gusta.
Después de todo,
estamos ciegos
quedamos ciegos
si no nos miran.

1 comentario:

Silvia dijo...

qué bueno saber que seguís, te enlazo antes de que te escabullas. Es muy lindo tu blog.