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Cebollas
Una niña, dijo
dice una niña
digo:
¿una mujer sin filos?
Armas ocultas
en la espesura,
primeros roces.
La niña,
esa niña,
vio dolor. Demasiado.
Y si duele,
es que no quiere,
que no le gusta.
Después de todo,
estamos ciegos
quedamos ciegos
si no nos miran.
1 comentario:
qué bueno saber que seguís, te enlazo antes de que te escabullas. Es muy lindo tu blog.
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