Aún hay quien revuelve tus desbordes
sus uñas sucias rascan
el umbral de tu casa
rescata para sí lo que abandonas
se lleva lo que queda. Toma sólo los restos.
La resaca del tiempo le parece memoria.
Los descalzos sin sueño
son hambrientos del hambre
gotas de sangre seca les señalan las cosas.
Con tanto empeño inútil,
tu apasionado ardor ha declinado.
¿Lograrás sonreír cuando contemplen este hueso del día?
Te sobran faltas siempre
de faltas, son tus sobras.
12 septiembre 2005
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