15 noviembre 2005

Vos no me gustás nada


En su diario (El oficio de vivir) Pavese decía: ¿Porqué será que todo lo que ha de ser importante en mi vida, empieza siempre por desagradarme? Cuando lo leí era demasiado joven para comprenderlo en extenso, sin embargo esta frase siempre me resonó. Supongo que las cosas que nos agradan siguen un camino ya señalado muchas veces, por muchos pasos anteriores. Las rutas asfaltadas no permiten siquiera oir un chirrido de las ruedas, son como la onda verde de acceso a nuestro ánimo. Pero cuando el camino es de ripio y lastima las plantas de los pies, o la espesura de los arbustos araña la piel, es inevitable detenerse a ver qué pasa. Qué nos pasa. En lo que desagrada siempre hay algo que empuja y algo que resiste. Esos algos suelen reunirse en la persona que somos, armar su pequeña o gran batalla, mover el piso, sacudir la costumbre, movilizar cambios. Yo diría que es verdad, en mi vida siempre ha sido así. Estoy pensando en el amor, por ejemplo. Nunca me ganó la galantería, el "voulez- vous"; mis grandes amores los he resistido, batallado, hasta que no pude menos que rendirme a la evidencia. Del deseo podría decir lo mismo, no es fácil reconocerlo, no se lo acepta así sin más; siempre hay allí algo novedoso, temido. De modo que acaso, lo que se resiste es lo nuevo, lo que no tiene antecedentes, lo desconocido. Pero ya sabemos qué nos pasa si vivimos siguiendo las flechas de los carteles indicadores, confiando en las previsiones, en los cálculos, en las especulaciones mentales (¿qué otra cosa es una fantasía?) Entonces, seamos sinceros, practiquemos el sinceramiento con nosotros mismos. Por mi parte, no volveré a decirle a nadie que lo amo por lo mucho que me gusta, sino por la profunda intranquilidad que despierta en mí todo lo que de él me desagrada. Sospecho que ahí puede haber algo verdadero.

12 comentarios:

damaris dijo...

certezas en el bosque, mientras el lobo no está

inx dijo...

Sólo sospechas, Damaris. Incluso acerca de la ausencia del lobo.

Reina dijo...

en una época sospechaba que lo que llevaba a dejar a quien creias que era el-amor-de-tu-vida, era justamente ESO que te había seducido, enamorado, atraído. En otra época lo comprobé. Ahora ya no tengo certezas de ninguna clase.

Anónimo dijo...

queria escribir algo asì:

yo, como daniela gutierrez...

inmediatamente me detube y pense que yo no era daniela, que como entenderia alguien que yo realmente era otro, pense en el otro con O o con A, pense en mi en daniela en el lenguaje.
luego me perdì.
Serìas tan amable de rescatarme?

inx dijo...

Jotaele piensa lo mismo que Daniela, pero es Jotaele. ¿Rescatado?
Daniela: me gustaría distinguir la seducción de cualquier otra cosa, porque es de esa cualquier otra cosa de la que pretendí hablar. Me parece que lo hay que pensar, lo que yo necesito pensar, es qué entendemos por amor. La seducción es para mí ese aspecto de ruta asfaltada, la onda verde. El "voulez vous". Ahí casi todos sabemos de qué vamos.

Anónimo dijo...

inx, muchas gracias.
de todas maneras me hubiera gustado una caricia, una palabra de aliento, un ideograma...
tanto aridez me ahoga, tal vez
alguien podria convidarme un baso de agua?

inx dijo...

En las napas más profundas, está el agua más pura. La aridez es el camino hacia la humedad, tal vez. No es mi día para alentar, pero caricias, acá, no se le niegan a nadie. Disculpe la aspereza de las manos.

Reina dijo...

jotaele, te aseguro que yo se que vos no sos yo. y no te dejaría sin un vaso (con "v") de agua y un mimo.

inx:me quedo pensando, ahora en tu comment; en la ruta asfaltada no tengo NI IDEA de qué la voy, mi impericia es notable!!, y en cambio supe de un modo epifánico cuando amé.

inx dijo...

Bueno, dije "casi todos". Me extraña que no lo sepas, Daniela. Tu escritura es de una gran seducción, se despliega y uno entiende claramente a dónde va. A propósito, me parecés una genia de la erótica femenina. Seguro que las chicas están de acuerdo.Idola.

Mónica Sabbatiello dijo...

Como una hidra envenenada. A veces. Con odio. Otras, sin resuello, ahogada en la espesura. Rasgando las paredes con uñas ensangrentadas de gritar. Pero no hay creo caminos, cada uno es. Distinto. También el sendero suave, vergel, con florcillas, es. Cuando es, Es.
Y no hay creo pre-conceptos que valgan mucho. A veces duele antes. Otras después. A veces cura. Otras daña. Se rechaza al principio, a veces, y se ama después. Se ama al principio, y se odia después. Quilosá. Vio, yo no escribo en francés, pero vivir, le aseguro, viví.Y eso es lo que le pasa, usted vive. (he vuelto)

inx dijo...

Ya veo, Nina. Usted no tiene que decirme a mí que ha vivido. Sus muchas vidas me son cercanas, casi todas. Debemos ser bastante viejas, ya. Nos conocemos desde hace varias, ¿no le parece?

Mónica Sabbatiello dijo...

Lo que para mí es una riqueza incuestionable, conocerla. A usted. Y ahora encima, no nos tuteamos, lo que le da un aire raro a este encuentro de varias vidas.