Me fui a una casa en un barrio cerrado, muy lejos de la Capital. No volveré por diez días. Estoy encerrado aquí, calentito, sin teléfono, ni compañía. Apenas con mis libros y mis apuntes y una laptop. Por suerte hay conexión a Internet y una bodega llena de botellas de vino, y cosas en la heladera del tipo Pato laqueado o Ciervo ahumado, que siempre es bueno probar.
5 comentarios:
A laburar igual, con más frío que olvidar como ver...
Me fui a una casa en un barrio cerrado, muy lejos de la Capital. No volveré por diez días. Estoy encerrado aquí, calentito, sin teléfono, ni compañía. Apenas con mis libros y mis apuntes y una laptop. Por suerte hay conexión a Internet y una bodega llena de botellas de vino, y cosas en la heladera del tipo Pato laqueado o Ciervo ahumado, que siempre es bueno probar.
Que lo parió, Nielsen. Entonces, es que había una vida mejor...
Luc, evite el azul, porque azul no tiene domingos.
Ah, y en el barrio cerrado casi no hay vecinos!!! (están de vacaciones de invierno entre nieves y playas lejanas...)
¿Y no teme por su seguridad? Digo, como de envidia.
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