En una de sus siempre lúcidas y significativas novelas, Césare Pavese dice "sólo quien te ama de verdad, puede soportar tus relatos de infancia". Creo que es así, si pienso un poco, sólo cuando amé a alguien necesité imaginarme y comprender cómo había sido ese niño: su cara, su voz, su espíritu en formación, o antes de la deformación, mejor dicho. Y si no era así, es porque no amaba.
Sólo quiere saber de dónde venís, el que desea caminar con vos, porque los dos, entonces, empezarán a caminar juntos. ¿Será por eso que las parejas siempre se preguntan adónde ir? Me parece que "adónde ir" es la pregunta clave que se le puede hacer a la pareja, su cuestión intrínseca, su enigma.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
4 comentarios:
Infancias tan lejanas, tiempos disímiles, yo hacía la revolución y él rompía cristales.Si hubiera vivido en el mismo barrio, a lo mejor le habría gritado: "Nene, no jodas más con la pelota".
Ahora nos infanciamos juntos.
Inx, me gusta oír sus historias de infancia. Será que la quiero.
Bicha: ¿recuerda qué pasó el 8 de julio del 2004? ¿Dónde estaba Ud. esa noche? Piense, nona.
Sí, es verdad. Qué larga la ausencia, ahora me encuentro con usted en los blogs, y con la turca, ni eso. Hace mucho que usted no me visita. No me falle, vienen pocos clientes a la casa de citas. Voy a tener que cerrar el chiringuito.
Not assured.
Publicar un comentario